Mark Smith, de 59 años, amenazó a los cajeros de un banco en Watsonville, California, con una bomba. La haría explotar a menos que le dieran dinero, pero el gerente lo convenció de pedir un crédito para resolver su vida.
Sin embargo, mientras Smith esperaba pacientemente a que la mujer trajera todos los papeles necesarios, la policía cargó con él. El caco, que no llevaba armas, será acusado por intento de robo y amenaza de bomba…. y seguro será condecorado el gerente por listo.