La respuesta debería ser no, pero lo cierto es que unos cacos muy listos han logrado saquear dos veces la cárcel de mínima seguridad de Hoorn, en Holanda. Aprovechan la ausencia de los detenidos y se llevan lo que encuentran a su paso. Este centro de detención tiene un «ambiente modestamente protegido», porque los prisioneros hacen la transición de regreso a la sociedad. Según un portavoz del Ministerio de Justicia no se sabe cuál es el modus operandis de los maleantes, pero más les vale no cruzarse ni dentro ni fuera con los afectados.