Frederic Tabary y Yann Falquer se han propuesto revolucionar el mercado de la hostelería con ofertas muy singulares. Para empezar han abierto la «Villa Hámster», en la que por 99 euros se pude comer pienso, correr en una rueda gigante y dormir en bolas de heno, al mejor estilo de los simpáticos roedores. Y como estamos en el siglo XXI los «hámsters-clientes» tienen wi-fi y TV de plasma. Lo próximo, según se comenta en el ciberespacio, será la «Villa Cerdito». ¿Se imaginan?