SANTIAGO DE CUBA.— Como recepcionista empezó Juana de los Cuetos Fonseca en los Estudios Siboney, de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), institución que justo este domingo anda cumpliendo 35 años de inaugurada. Han transcurrido tres décadas y media del importante acontecimiento y, sin embargo, a esta asombrosa mujer, que en la actualidad guía el espacio donde se han realizado emblemáticos registros que llenan de orgullo a la música cubana, le parece que sucedió ayer.
«Cierro los ojos y tengo la sensación de que el tiempo apenas ha pasado», asegura Juanita. «La idea de crear un proyecto de este corte aquí apareció a mediados de la década del 70, aunque en esta edificación ubicada en San Félix esquina a San Germán y que antes funcionó como convento de monjas, la cinta se cortara el 5 de julio de 1980, gracias al empeño del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, su principal promotor.
«Hablamos de una fecha realmente significativa en la historia de la grabación en Cuba. Con el nacimiento de esta nueva institución en Santiago se estaban reconociendo, en primer lugar, los aportes de esta tierra a la música cubana y universal.
«Existe una placa en la Carretera Central que marca la distancia que nos separa de La Habana: 969 km. Esa fue la segunda razón para el surgimiento de estos Estudios, pensados no solo para los hijos de este territorio, sino también para los de todo el oriente. Algo que solo ocurrió al principio, porque a nuestra casa han llegado músicos hasta de Pinar del Río».
De los fundadores, hoy solo queda Juanita, quien por suerte puede hablarnos incluso de la etapa en que se comenzaron a preparar las condiciones, por allá por 1975. «Algunos piensan que el primer disco salió en 1980, pero lo cierto es que fue en 1978, con la prueba con la cual se comprobó el funcionamiento de los Estudios. Con ese objetivo vinieron los ingenieros Jerzy Belc y Ramón Alom, quienes propiciaron que viera la luz una placa que recogía lo más relevante en la música de Santiago de entonces, y que además se encargaron de entrenar a nuestros grabadores y de ultimar algunos detalles técnicos.
«Dos años después, se les entregó a quienes nos visitaron aquel 5 de julio, un disco de 45 revoluciones por minuto que contenía dos temas firmados por el Comandante Juan Almeida: La Lupe y A Santiago. Grabado por la Orquesta de Música Moderna de Santiago de Cuba, bajo la dirección musical del maestro Osmundo Calzado, se titulaba Por primera vez».
Luego, el mítico LP A Bayamo en coche, de Adalberto Álvarez con Son 14 y Tiburón Morales, que reunía sonados éxitos como Calle Enramada, Son de la madrugada y el tema que nombra al acetato, resultó la carta de presentación de Siboney, que hoy puede enorgullecerse por el tesauro que resguarda. Y es que aquí se conservan matrices que son la envidia de medio mundo, como lo recalca Juanita: desde Al bate con Ñico Saquito, la cinta en la que el genial trovador se hizo acompañar en la guitarra por Eliades Ochoa, lo cual le sirvió como pasaporte a este último para integrarse al Buena Vista Social Club; hasta Los compadres en Siboney, disco póstumo del inolvidable dúo.
También lucen con orgullo el sello de Siboney otros álbumes como el que recoge el original del Chan Chan, de Compay Segundo, varios de Faustino Oramas «El Guayabero» o como aquella joya producida por Enrique Bonne, donde intervienen las congas más simbólicas de la ciudad: Los Hoyos, San Agustín, San Pedrito y Paso Franco...
«Ahora grabamos menos. De hecho, este era el cuartel general de agrupaciones al estilo de la Original de Manzanillo, Karachi, Cándido Fabré, Gloria Latina, Tierra Caliente...», enfatiza Juanita.
Por supuesto que al principio no existían los archivos, de modo que hubo que enviar hasta la capital a un grupo de personas para que se formaran y pudieran responsabilizarse con esta tarea. «Yo misma pasé de la recepción hacia ese departamento, que era la parte que más me gustaba. Tiempo después nos tuvimos que encargar de la digitalización de ese tesoro, la cual iniciamos en el año 2000, cuando por fin pudimos contar con un equipo para ese propósito. Entonces también se creó una pequeña fábrica de compactos y adquirimos una impresora.
«De esa forma logramos darle salida a parte de nuestra discografía, pues en ocasiones la casa matriz se ve imposibilitada de producir todo lo que hacemos. Ello explica, por ejemplo, que un fonograma espectacular como el denominado 30 años de Son 14, todavía no esté en el mercado», declara Juanita, quien anuncia que pronto materializarán un Centro de Información Cultural, «porque de ninguna manera podemos perder la memoria histórica, toda esa cultura concentrada en forma de música».
Pura magia
Jorge Luis Pujals, productor musical. Foto: Rubén Aja.
Después de su fundación, no hubo que esperar mucho tiempo para que pusieran los ojos encima de los Estudios. La verdad es que de inmediato causaron mucha atracción, según afirma el productor musical Jorge Luis Pujals, premio Cubadisco 2011. Por tal motivo se acercaron no pocos artistas de primer orden para la cultura nacional, radicados en la capital y en otros puntos de nuestra geografía:
«Pacho Alonso nos dejó su huella, pero también Rumbavana, en aquella época un conjunto de máximo calibre. Idéntico sucedió con boleristas de la talla de Lino Borges, Raúl Planas, Orestes Macías, Fernando Álvarez, Gina León...
«Muy destacadas fueron igualmente las semblanzas, como las que se realizaron de Santiago de Cuba o de Camagüey, por solo mencionar dos ejemplos. En estas décadas tampoco hemos dejado de registrar la música infantil de la región, con exponentes como el coro Vocecitas de cristal, que conducía la ya desaparecida maestra Antonia Luisa Cabal (Tusy), de Guantánamo; o la coral, donde sobresalen trabajos como el que llevó adelante nuestro Poeta Nacional Nicolás Guillén con el premio nacional de Música Electo Silva, o los testimonios de las distintas ediciones de los festivales de coro...».
Mirando sus extraordinarios resultados, la probada calidad de sus discos, sin dudas verdaderas obras de arte, a algunos les cuesta creer que todavía los Estudios no cuenten con tecnología de punta. Y, sin embargo, ello no ha impedido que continúen maravillando con sus grabaciones.
Pura «magia» tiene Siboney. Es lo que provoca que un grande como Eliades Ochoa insista en grabar «a la antigua» sus fabulosas creaciones, esas al estilo de Un bolero para ti, con la que consiguió un Grammy Latino. «El secreto está, insiste Jorge Luis Pujals, en el elevado nivel profesional que nos distingue. Si a ello le sumas el amor con el que nuestro equipo creativo se entrega y la fabulosa acústica de Siboney, comprenderás enseguida por qué acuden a nosotros importantes clientes de Cuba y del exterior».
Los Premios Cubadisco también retribuyen a tanta pasión. Es extraño que Siboney no esté presente en las diferentes convocatorias del evento, con numerosas nominaciones, sobre todo en categorías como Música tradicional, Música tradicional folclórica y Cancionística... Por ello a nadie tampoco le sorprende que con frecuencia el triunfo les sonría.
«Aquí trabajamos con el mismo profesionalismo que cuando nos agenciamos nuestra primera nominación a los Premios Grammy con el CD Alma de Santiago, de la saxofonista canadiense Jane Bunnett, que se concibió con talento netamente santiaguero, como la Conga de Los Hoyos, el Magic Sax Quartet (recientemente dieron a conocer el CD Para el alma divertir), que dirige Juan Chacón y que en este 2015, por cierto, festeja su 20 cumpleaños...
«Son muchos años de experiencia, que se les han transmitido a nuestros asistentes de grabación, quienes han sido excelentes alumnos, como Máximo Espinosa, quien ya ha conquistado otras dos nominaciones al Grammy Latino por su labor con el Septeto Santiaguero».
Ayer, hoy y mañana
Irene Ortiz Díaz, directora de la Egrem en Santiago. Foto: Rubén Aja.
Lo mejor es que los Estudios Siboney no se detienen. Porque los 500 años de Santiago de Cuba lo amerita, sorprenderán con tres álbumes con los cuales saludan tan significativa efemérides. Uno de ellos constituirá un merecido homenaje a quien los soñó y los hizo realidad: el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque. Así lo anuncia Irene Ortiz Díaz, directora de una institución que brinda además otros servicios que completan la propuesta cultural de la Egrem.
«No únicamente se trata de proponer nuestro producto cultural: las grabaciones, sino que también promovemos las presentaciones en vivo de las agrupaciones de nuestra agencia Son de Cuba, en espacios que destacan por su atractiva oferta artística, la calidad de los servicios y el buen gusto.
«En ese caso se encuentran: la prestigiosa Casa de la Trova, el Patio Los dos abuelos (con su tienda Álbum Kafé y sus peñas de música tradicional), la Claqueta Bar (con una programación destinada a promover la música popular bailable y que dedica una de sus jornadas especialmente al público universitario) y la Casa de la Música, la cual reabrirá sus puertas antes de que finalice el año del 500 aniversario de la ciudad, en una nueva sede, situada en Enramadas y Callejón Cuba.
«De gran impacto cultural ha sido la apertura del Complejo Cultural Ferreiro, que dispone de un restaurante, la tienda Álbum Kafé y actuaciones de importantes artistas en su plazoleta, de 6:00 p.m. a 10:00 p.m.
«Mientras, la Egrem, que se halla en perfeccionamiento empresarial, amplía sus espacios en Santiago de Cuba: la otrora Casa del Queso se convertirá en el Bar Bohemio, dirigido a ese sector de la población que le gustan las descargas acústicas, el cual formará parte del Complejo Casa de la Trova; en tanto el patio de los Estudios se ha ambientado para acoger a quienes prefieren registrar sus obras en nuestra institución. Entre todos generan ingresos esenciales para mantener estos centros y, sobre todo, para poder apoyar la actividad cultural, indispensable para la espiritualidad de nuestra gente».