Benancio Labrada Ceidedo toca 12 instrumentos al mismo tiempo. Autor: Efraín Cedeño Publicado: 21/09/2017 | 06:09 pm
Cumanayagua, Cienfuegos.— Pepe anda por el lomerío cargado de «tarecos», pero prefiere hacerlo así, porque también él aplica la reducción de plantilla. Salió hace poco en un programa de Pánfilo, el personaje humorístico, y estoy segura de que ese ha sido para él su primer paso al estrellato.
La gente lo conoce y busca en el lomerío cienfueguero, porque su sola presencia es todo un espectáculo. Ya estuvo invitado a un Festival de Cubadisco 2012, y asegura haber cantado con las Anacaonas.
Benancio Labrada Ceidedo, que es su verdadero nombre, toca 12 instrumentos al mismo tiempo. Hay que verlo, porque por más que uno lo describa con lujo de detalles, es imposible imaginar la filarmónica, la clave, el cencerro, el bongó, el güiro, el tambor, la pandereta, las tumbadoras, las maracas, la batería… todo sonando y tocado al unísono por una sola persona.
Guajiro y propietario de una pequeña finca en el poblado de San Blas, «brigadista, martiano y humilde», como él mismo se califica, le encanta participar en las actividades de la intrincada zona donde vive.
«No toco por dinero. Aquí me buscan para actuar desde actividades políticas hasta carnavales. Mi repertorio incluye merengue, cumbia, bolero hasta música mexicana, que gusta mucho por acá».
Cuando hace años empezó con tres instrumentos musicales, se percató de cuántos más podía incrementar.
«Poco a poco subí a siete, y luego a 12. Tengo en planes agregar dos más próximamente. Es increíble, yo mismo ni sé cómo lo hago. Toco seis con los pies, cinco con las manos y uno con la boca».
Además de construir sus propios instrumentos, Pepe diseñó el sistema de adaptación que le permite tenerlos todos cerca y así poder manipularlos. Sin embargo, Pepe no canta.
«Yo no soy cantante, no creo que lo haga bien. A veces me acompañan con alguna guitarra, pero cantar no es lo mío».
A tono con los procesos actuales de reordenamiento laboral decidió nombrar su «autoorquesta» como Reducción de Plantilla.
«Le llamé así porque todo lo hago yo mismo. Para identificarme aun más con Cuba, mi país, le dibujé a los instrumentos los símbolos de la patria. Ah, eso también, me gusta pintar», agregó.
Este campesino, aficionado de la Casa de la Cultura de Cumanayagua, fuente de inspiración de crónicas de televisión, invitado a importantes eventos de la música cubana y a programas de alta audiencia, asegura que su mejor público son los guajiros y el escenario ideal las montañas.