Develaron en Bayamo escultura de cera de Gabriel García Márquez. Autor: Osviel Castro Medel Publicado: 21/09/2017 | 05:54 pm
Bayamo, Granma.— Benditas las manos. Las manos de los Barrios. Las mismas que comenzaron a remover plastilina, como un juego, hace tanto tiempo y ahora pueden edificar cuerpos en cera que parecen reales; cuerpos como los de Gabriel García Márquez, el gran colombiano que siempre ha tenido quien le escriba.
Benditas las manos de Rafael, Lender y Rafael hijo, que ya llevan más de diez años con sus creaciones desde Guisa, un pueblo entre lomas que, sin ser Macondo, se ha hecho célebre por ellos... a pesar de los años de soledad.
Manos que hicieron coincidir, en un mismo espacio, a Martí, a Hemingway y al Gabo, develado este miércoles en el Museo de Cera ante decenas de ojos ansiosos.
Manos que, en un principio, necesitaban unas 120 libras de cera para hacer esculturas y hoy requieren unas 80 porque fueron aprendiendo sobre la marcha el difícil arte de moldear humanos sin perderse en ningún laberinto.
Bienaventurados los dedos de este padre y sus dos hijos, que de manera autodidacta han fabricado ya 15 figuras que nos remarcan el peso de la historia, la música, la cultura y el amor que exorciza a los demonios.
Afortunadas las manos que este miércoles nos recordaron que aquel que nunca naufragó y contó la crónica de una victoria anunciada, y fue Nobel de Literatura sin inflarse nunca, latirá más para Cuba desde la Ciudad Antorcha. Y estará vestido de blanco con ropas que le pertenecieron en vida, mirando al horizonte americano, pensando en sus amigos, poniéndole verdor a cada uno de sus personajes.