Stereo G ha sido un buen momento para ponernos a tono con una tendencia de la música que va ganando espacio en el gusto del público. Autor: La Estrella de Panamá Publicado: 21/09/2017 | 05:53 pm
GIBARA, Holguín.— Sus cultores dicen que la música que hacen es la del futuro. No lo pongo en duda, aunque siento que tienen mucho que decir las sonoridades genuinas. No creo tampoco que se agote la creatividad para solo tomar un camino estético. Existe valía en la melodía electrónica y Cuba cuenta con un público que no debe pasar desapercibido a los ojos de los estudiosos, ni de los medios de comunicación.
Precisamente el Festival de Productores de Música Electrónica Stereo G —desarrollado el pasado fin de semana en el municipio costero de Gibara, y que auspicia la Asociación Hermanos Saíz en Holguín—, puso en el relieve noticioso una arista de la sonoridad que quizá no figura en la agenda mediática diaria, pero que tiene un valor artístico notable y atrae a un número considerable de seguidores, sobre todo jóvenes.
Diseñado para mostrar el hacer de los productores musicales en ese campo, Stereo G fue por tres jornadas nocturnas maratónicas más que una opción veraniega —por cierto debe constar que tiene ese valor agregado. Ha sido el encuentro entre los hacedores de una melodía lograda a través de efectos electrónicos y que en la escena cubana se conecta con esas potencialidades que ofrece nuestra sonoridad.
Dj’s de la capital, Camagüey y la provincia sede, llevaron una buena parte de su «repertorio» que se mueve entre las más disímiles tendencias de la música electrónica.
Sorprendió en cada performance de los artistas su capacidad para sintetizar (mezclar, en su lenguaje «gremial»), éxitos de la música pop, disco, rock and roll y techno con el estilo que defienden. Tampoco faltó esa consonancia con clásicos insulares, «mezclados» y aderezados con todo ese caudal sonoro que ofrece la electrónica. De ahí trascendió esa excelente versión de Bacalao con pan, de Irakere, hecha por uno de los más importantes representantes de este movimiento musical, Djoy D’ Cuba, quien en su actuación del sábado último en Gibara hizo mover a los asistentes durante aproximadamente cuatro horas consecutivas y repasó su amplio repertorio.
Quienes dudan de la autenticidad de este arte se equivocan. Todos los Djs consultados por JR destacaron los valores de este tipo de sonoridad, que tiene sus antecedentes a fines del siglo XIX y principios del XX.
Para Pauza, proyecto integrado por dos jóvenes Dj’s habaneras, este es «un género como cualquier otro, y hay un público que lo sigue». Su colega, Djoy D’ Cuba, ahondó en el papel desempeñado por el productor de música, el cual, como conceptualiza, «es el que hace música, pero hay quien la expone simplemente».
Si bien el Festival Rotilla, desarrollado en la playa Jibacoa, marcó un paso significativo para este movimiento en la Isla, otros certámenes continúan fomentando el intercambio entre los hacedores de la denominada «música del futuro» y han permitido un estrecho acercamiento con el público. Eventos como Proelectrónica, de La Habana; la sección dedicada a la electrónica en las Romerías de Mayo (Holguín) y, por supuesto, Stereo G, son algunos de los más importantes.
De este último, las integrantes de Pauza resaltaron que es otra plaza, fuera de la capital, que se consolida. «En toda Cuba lo que más se hacen son festivales de otros géneros y que de alguna manera son los más populares, pero con este se evidencia que tenemos público. Realmente Holguín está muy adelante en esto».
Ernesto Jorge Hidalgo Mariño, del proyecto Electrozona, proyecto pionero en la música electrónica en Holguín, ha sido uno de los gestores de Stereo G. Relató que hace tres años inició como una jornada musical y gracias al impacto que creó en el público, volvieron a realizarlo en 2013 y en el verano de este año.
«Trabajamos durante el evento la arista más de concepto, nos vamos más por la parte de componer en software y es un sueño hecho realidad el tener Stereo G acá», explicó Tico, como lo conocen en los escenarios.
Siempre quiso que el certamen tuviera un ambiente ecológico. «Pensé en tener esa interacción con lo natural y que la armonía la pusiéramos los Dj’s», sentenció, mientras destacó que el festival oriental imita a otros espacios en el mundo que tienen lugar en playas, lagos o presas.
Una estética defienden quienes se presentan en Gibara: no se comulga con lo fácil. Al catalogar estas tres jornadas Karina Pardo Rodríguez, presidenta de la AHS en el territorio, subrayó que en ellas se exhibe «un trabajo, un conocimiento referencial de un género que está tomando mucho auge en el mundo y en nuestro país.
«No es solo un sonidista que manipula un equipo de música y la pone sin ningún tipo de coherencia. Hay una labor en las mezclas y la producción, una elaboración melódica. Es un evento útil porque se va acercando a las nuevas generaciones, que son las que más vienen a disfrutarlo».
Electrovisiones
Aunque la música electrónica cuenta con una notable audiencia en el público capitalino, existen otras plazas en el país en las que ya se dan pasos para concretar espacios de presentación del quehacer de los Dj productores de música electrónica.
La presencia en Stereo G de representaciones de urbes como Camagüey indicaron cómo se abren camino estos artistas en el territorio. El Dj agramontino Jocker reveló que todo se inició allí en 2010, cuando tres de sus colegas comenzaron a «mover las pistas en la ciudad, sin embargo creamos una cultura para este tipo de música en el 2012.
«Tenemos un espacio en la AHS. Es una peña que se celebra el primer viernes de cada mes y se llama Tecla.cu», aseveró Jocker, al tiempo que reconoce que todavía se necesita impulsar más esta música en su localidad.
En Holguín hay un trabajo mucho más visible, sobre todo en la capital provincial. Karina Pardo Rodríguez relacionó un grupo de proyectos que cultivan la música electrónica, apoyados por la AHS y que han obtenido resultados en certámenes como los Lucas, de la Televisión Cubana. «De ellos despuntan Electrozona, que son Dj jóvenes que producen música; Alex6 Dj, Julio Dj y otros», señaló.
La promoción, una tarea prioritaria
Con una presencia incipiente en los soportes promocionales, Stereo G demuestra la valía de una tendencia melódica con un impacto ya considerable en el público. Ello indica una necesaria mirada de la industria musical y de los medios.
Tellus, Dj habanero, aseguró que este es un asunto prioritario. «Un movimiento no toma seriedad hasta que no tiene público, hasta que tiene el apoyo de las masas. Pienso que desde principios de los años 90, cuando empezó la furia de la música disco, la cultura Dj debió apoyarse mucho más», acotó.
El joven artista resaltó el hecho de que en el año 2011 se aprobaron 25 proyectos profesionales, los cuales pueden trabajar avalados por el Centro Nacional de Música de Concierto, la Asociación Hermanos Saíz y el Laboratorio Nacional de Música Electroacústica.
Dar a conocer la obra de estos artistas es una de las mayores demandas, valoró Tellus. Él reconoció la labor de espacios radiales que en la actualidad promueven el género, como la sección La cura de la semana, del programa Cuba Tonight, de Radio Taíno. También lo hacen Avenida 98, de Radio Metropolitana, y Electro FM, de Radio Ciudad.
También resulta ineludible que las disqueras nacionales consideren las producciones fonográficas realizadas por estos músicos y sean más visibles en sus catálogos, pues con ello se registraría todo ese caudal melódico y propiciaría que el público la conservara en sus discotecas individuales.
Es positivo que espacios competitivos del sector discográfico, como Cubadisco, han apostado por los álbumes facturados por productores independientes y se han laureado algunos de ellos por su calidad artística.
Herederos del legado de Juan Blanco, pionero de la música electroacústica cubana y que inspiró a muchos productores nacionales, así como de cultores de la melodía electrónica mundial, los Dj de la Isla tienen un gran camino recorrido y desean «conquistar» a la audiencia criolla con una propuesta que tiene en cuenta los valores más genuinos de nuestra sonoridad. Stereo G, en Gibara, ha sido un buen momento para demostrarlo.