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La utilidad profunda del arte y la literatura

En la Asamblea Provincial de Balance de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) de Camagüey, los jóvenes artistas del territorio debatieron sobre la formación de valores, la relación con las instituciones y la calidad de las propuestas culturales, entre otros tópicos

Autores:

José Luis Estrada Betancourt
Yahily Hernández Porto

CAMAGÜEY.— «La Asociación debe ayudar en la concepción y realización de actividades que se constituyan en opciones atractivas para que los jóvenes empleen el tiempo libre. A través de la cultura se puede transformar el gusto, crear referentes, formar valores. Esa es también una tarea de primer orden que se tiene que plantear la joven vanguardia artística de cara a su II Congreso».

Así expresó este lunes Yuniasky Crespo Baquero, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, en la Asamblea Provincial de Balance de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) de Camagüey, donde también enfatizó: «Los temas que ustedes han discutido hoy son estratégicos, y en Camagüey hay potencialidades; el funcionamiento de la Casa del Joven Creador y el modo en que desde ella se ofrece una programación sistemática de calidad para los jóvenes camagüeyanos es un ejemplo de los resultados que se pueden obtener cuando se trabaja de manera cohesionada entre los creadores y las instituciones culturales».

En el tema de la formación de valores se centró ampliamente el debate de la reunión camagüeyana, evaluado por los asociados como preocupante  «La educación cubana necesita repensar sus estrategias de interacción con las nuevas generaciones. Hasta los conocidos diagnósticos, esos exámenes que aplicamos al inicio de curso, muestran poca inteligencia para el diálogo», apuntó el escritor Joan Manuel Pico, con más de diez años de experiencia en el magisterio.

Pico está convencido de que esa realidad podría ser distinta, «si el sistema educativo se aprovechara más de la producción intelectual y artística cubana, que rebosa realidad, especialmente en los espacios de reflexión y debate. En su intervención llamó la atención sobre el divorcio que a veces existe entre las universidades y los escritores y artistas.

«En esa búsqueda de realidad, la escuela cubana necesita del arte, la literatura y el pensamiento contemporáneos. En sus propuestas audiovisuales, literarias o plásticas, los docentes tienen un aliado».

En ese sentido, el notable intelectual Luis Álvarez Álvarez consideró que «la Universidad debe incidir de una manera más activa en la sociedad. Su papel debe ser ejemplar a la hora de crear un movimiento de relevo. Cuando se habla de cultura estamos hablando de alta política, cuando se habla de educación y cultura se está hablando del destino de este país».

Las transformaciones que necesita la industria del audiovisual y lo imperioso de que se reconozca la existencia de procesos de producción autónomos que aún así siguen precisando de la institución, y que con frecuencia esta no atiende, constituyó otro de los aspectos muy debatidos.

Las instituciones del audiovisual tienen que construir una nueva manera de relacionarse con los creadores, manifestaron miembros de la sección de Audiovisuales, entre ellos Yasser Socarrás, quien se refirió al necesario reordenamiento del Icaic y a la decisiva contribución de los realizadores de todas las generaciones a ese proceso.

Por su parte, la investigadora María Antonia Borroto razonó sobre la urgencia de conciliar las transformaciones económicas a que sabiamente nos ha llamado la dirección del país con el desarrollo de la cultura y sus expresiones locales. «No se puede importar modelos de otras provincias, ni se pueden hacer análisis economicistas apresurados sin evaluar su impacto real en el público nuestro. La cultura es una fuente inagotable de producción de bienes espirituales, cuyos resultados a veces no se aprecian a corto plazo, pero indiscutiblemente contribuyen a mejorar la calidad de vida de nuestra gente. Por eso, todo análisis de racionalidad hay que hacerlo sin desconocer la utilidad profunda del arte y la literatura en los momentos actuales, como ha expresado más de una vez la Maestra de Juventudes Graziella Pogolotti».

La profundidad de los planteamientos de los asociados echó por tierra esa mirada paternalista que algunos muestran en relación con la AHS, que no son, aseguró la escritora y miembro de honor de la Asociación, Mariela Pérez Castro, ni niños ni muchachitos. «¿Hasta cuándo la organización de vanguardia del arte joven va a tenerse como una eterna menor de edad a la cual hay que estar vigilando constantemente, a la que hay que mantener con la rienda corta? Me preocupa la falta de confianza de algunos, en aquellos en cuyas manos está el futuro de la cultura de mi patria. La AHS será eternamente irreverente y creativa, respondona y osada, pero merecedora de confianza».

En las conclusiones de la reunión, donde resultó reelecto como presidente de la filial de la AHS en Camagüey el promotor cultural Yunielkis Naranjo, el miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en Camagüey, Jorge Luis Tapia Fonseca, aseguró: «Escuchándolos me percato de que esta asamblea y el Congreso que tendrán en octubre son la continuidad de un proceso que abrió el Congreso del PCC. Hemos estado al tanto del amplio y profundo debate que con responsabilidad y compromiso han estado desarrollando desde las secciones artísticas hasta esta asamblea provincial.

«A la par de identificar los problemas que le dificultan hacer su trabajo con mayor eficacia, han ido reafirmando la vocación de participación y servicio que identifica a la intelectualidad cubana a lo largo de la Revolución. Ver a los jóvenes proponer nuevas ideas para perfeccionar nuestro socialismo, nos da confianza y certeza en el futuro que protagonizarán ustedes mismos», subrayó.

Por primera vez

Por vez primera en la historia de las  CJC, sedes de la AHS, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura entregó en las manos de Nereyda López Labrada, en medio de la Asamblea Provincial de la organización, la condición de Vanguardia Nacional al colectivo de trabajadores que labora en esa institución cultural en esta provincia que se erige como referente a nivel nacional por la calidad y la diversidad de su propuesta artística, y su alto nivel de convocatoria en el público juvenil del territorio.

A solo unos meses de la publicación de Lamentos en tiempo de rock en la sección Acuse de recibo de Juventud Rebelde, a partir de demandas de los asiduos a ese espacio, hoy la CJC sobresale, gracias al acompañamiento de la Dirección de Cultura, del Gobierno y el Partido en la provincia, por su amplitud, variedad de opciones culturales para todos los públicos y las condiciones que se les ha ido creando a la instalación para desarrollarlas.

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