Los ha unido siempre la música y la amistad. Esa es la razón para que sus composiciones confluyan en el concierto titulado De Brouwer a Gismonti, que clausura este viernes el II Festival Leo Brouwer de Música de Cámara.
Será a las 6:00 de la tarde, en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, cuando varios músicos participantes en el evento interpreten La sonata caminante para guitarra y los Diez bocetos para piano, del guitarrista cubano; y Palhaço na carabela, Sanhos de Recife y Karatê (todas para quinteto de viento), del artista brasileño. De ambos autores también se tocará Gismontiana para cuatro guitarras y orquesta de cuerdas.
La explicación de la unión de estos compositores es sencilla: Egberto Gismonti siente una gran admiración por Leo. «Es una maravilla. Tenemos mucho en común y nosotros, los brasileños, sentimos respeto y reverencia por los amigos», aseguró a Juventud Rebelde.
Brouwer significó la relación profesional que ha mantenido con Egberto, quien «estudió sobre mi obra cuando joven y grabó cosas mías a su manera. Ahora le respondo haciendo música de él a mi forma».
Al artista brasileño le serán entregados varios reconocimientos, entre estos el Premio Internacional Cubadisco 2010, por el disco que hiciera junto a la Camerata Romeu.
La segunda edición del Festival Leo Brouwer de Música de Cámara se desarrolla desde el pasado 8 de octubre. En cinco conciertos, el certamen ha rendido homenaje a grandes figuras del panorama sonoro nacional. Sus organizadores otorgaron este jueves el premio La espiral eterna —su máximo galardón—, a Ciro Benemelis, presidente de la Feria Internacional Cubadisco, por su labor de promoción de la música cubana.