Orquesta Juvenil del Conservatorio Amadeo Roldán. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:02 pm
Todo crimen cometido contra la Humanidad queda como estigma histórico por parte de quienes se han puesto al servicio de intereses turbios e inexcusables. Quedan hechos de este tipo como oleada fatal de sombras a la que es necesario imponer su adecuada dosis de luz y lograr, de ese modo, que la sucesión de generaciones conozcan aquello que no debe repetirse, lo que es necesario alejar con las armas que protejan y salvaguarden el tesoro de la verdad, el decoro, la justicia, la igualdad y la nobleza de principios.
Los crímenes de lesa humanidad cometidos contra los cubanos en estos cincuenta años son ejemplo para que los jóvenes de Cuba y del mundo entero, afiancen cada día su determinación de no permitir jamás que se repitan actos de tanta maldad acumulada y de luchar hasta los últimos alientos de vida para que paguen por su crimen los responsables de tanto odio. Nuestros jóvenes reafirman con sus actos, según deseo y mandato supremo de José Martí, su voluntad de estar del lado de los que aman y fundan, jamás en el costado sombrío de los que odian y deshacen.
Esta tarde son jóvenes músicos cubanos quienes homenajean y entrelazan su arte con los que han sufrido y sufren el odio contenido en cada crimen. Es una muestra del ímpetu juvenil de lucha contra la barbarie y la sed de justicia y solidaridad humanas de quienes marchan hacia adelante con mucho paisaje de futuro. Esto vale más que toda la crueldad que los abanderados del mal pudiesen acumular.
La Patria no olvida; pelea y crece.