Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:00 pm
Baracoa, región de incontables bellezas, y Primera Capital de la Isla, se acerca a su aniversario número 499, antesala del Medio Milenio de su fundación por Diego Velázquez, el 15 de agosto de 1511.
Entre sus atractivos figura El Yunque, Monumento Nacional de la Naturaleza y símbolo de esta ciudad primada, que también ostenta en lo histórico esa categoría otorgada por la Dirección Nacional de Patrimonio, del Ministerio de Cultura.
Durante el verano pasado, y desde la cima peniplanada de esa montaña descrita por Cristóbal Colón en su Diario de Navegación, se dio a conocer la convocatoria para celebrar los 500 años del centro histórico urbano más antiguo de Cuba.
Esas celebraciones deben ser motivo de orgullo no solamente para Baracoa, sino para «los cubanos que saben venerar la Patria toda», expresó el insigne historiador Eusebio Leal Spengler.
En opinión de Alejandro Hartmann, Director del Museo Matachín, esta es una fiesta que debe hacerla suya el resto del país.
Ernesto de las Cuevas le atribuyó el epíteto de Meca de Cuba y sugirió que al igual que aquella ciudad sagrada constituye sitio de peregrinación obligada para los musulmanes, la nuestra debería serlo para los nacidos en la Perla de las Antillas.
El científico anglosajón Alan Liogier, al visitarla, constató que ella «encierra para el naturalista más de un secreto, para el turista el encanto de un descubrimiento y para todos, la maravilla de sus bellezas…».
Existen en la región 82 kilómetros de costas con 14 de playas y una exclusividad geográfica: los tibaracones, barras acumulativas de arena en la desembocadura de los ríos, interpuestas entre el oleaje atlántico y el cauce fluvial.
Serían suficientes esos argumentos para justificar el entusiasmo por la celebración del medio milenio, de la que es, además, sede episcopal de la conquista, y segundo asentamiento poblacional erigido por los españoles en América.
Su catedral acogió el primer obispado cubano, decretado por bula del Papa León X, y atesora la Santa Cruz de la Parra, una de las 29 colocadas por Cristóbal Colón en el Nuevo Mundo, y la única de ellas que se conserva.
La Ruta del Cacao, asociada a una de las plantas de más bondades en el mundo, está entre los incontables motivos para visitar la localidad, en la cual se dedican a producirla 400 caballerías y alrededor de dos mil campesinos.
Entra en la jurisdicción de La Primera en el Tiempo, el macizo oriental Nipe-Sagua-Baracoa, uno de los emporios de la flora, fauna y agua en el Caribe Insular, y asiento de la mayor diversidad de paisajes y tipos de vegetación de las Islas del Caribe.
Corren por la zona el Toa, el río más caudaloso de Cuba, y el Yumurí, que dio origen a uno de los cañones fluviales más hermosos del planeta, y por las abruptas serranías que vigilan la ciudad repta el viaducto La Farola.
Construida en 1965, la obra es una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana, y salvó de su incomunicación de siglos al paraje, por donde hace casi medio milenio se inició la conquista y colonización de Cuba, acontecimiento que el país festejará por todo lo alto en el 2011.