Fernando García García una de las voces más reconocidas de la décima improvisada en Cuba, fue sepultado este lunes en su tierra natal, el poblado de Juan Gualberto Gómez, en Matanzas, informa la AIN.
Proveniente de una familia de repentistas, García vivió para enaltecer a la décima improvisada, ganó numerosos premios y trasmitió a las nuevas generaciones amor y arraigo por la música y tonadas del hombre del campo, como componente inseparable de la identidad nacional.
Realizador en la televisión de la provincia de Matanzas de programas de género campesino, profesor de la Universidad Camilo Cienfuegos e incansable promotor cultural, al momento de su deceso, organizaba un proyecto por la memoria de las raíces campesinas.
Fue director de la Casa Naborí, de Limonar, centro comunitario, sede de importantes concursos nacionales de la música campesina y de talleres juveniles e infantiles.
En el prólogo de su libro Urgencia por el alma , ganador del premio José Jacinto Milanés, Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, escribió de Fernando García: de ahí que sus versos fluyan como agua de manantial, enriquecidos por una fina sensibilidad y el filtro de esmerados estudios literarios
García falleció este sábado, a la edad de 51 años, víctima de una enfermedad cardiovascular. Poetas, improvisadores y creadores de otras manifestaciones artísticas le acompañaron hasta su última morada.