Quiero contarte algo que me sucedió recientemente: Una persona me dijo: «Tengo una ortografía perfecta, y excúsame la inmodestia». No pude menos que pensar: «Debo perdonarle, además, la mentira». De veras resulta imposible encontrar a alguien que no haya cometido nunca errores ortográficos. Ahora los cubanos tenemos la oportunidad de aprender a escribir con corrección. Estuvo a la venta un tabloide, Curso de Ortografía. Es muy completo, hay ejercicios interesantes; te aseguro que se disfruta a la vez que se aprende, porque sus autores, Corina Hernández, Leticia Rodríguez, Georgina Arias, Juan Ramón Montaño, y otros, son pedagogos talentosos, conocedores de la mejor manera de enseñar estas cosas, tan áridas a veces para la mayoría.
Como si fuera poco, y conjuntamente con el estudio del tabloide, se están televisando unas clases magistrales de esa materia. Nunca empleo ese adjetivo; me molesta el abuso que se hace de él últimamente, para calificar lo que nada tiene de ejemplar, sin embargo, no hay dudas de que estas lo son. Se transmiten por Cubavisión, los lunes y jueves de siete a ocho de la mañana, y esos mismos días en el horario de diez a once de la noche, se retransmiten por Tele Rebelde. En las mañanas de los sábados, de once a una, tienes la oportunidad de sintonizarlas, si no pudiste ver las correspondientes a la semana. Los alumnos, los padres y los maestros no deben perdérselas. Estoy convencida de que atendiendo con interés a estas 45 lecciones, en unos meses, nuestro país será «Territorio libre de errores ortográficos», bueno, casi libre. Y con esa solidaridad característica de los cubanos, pronto otras naciones hermanas lo serán también.