Dos eventos, el IV Simposio de Hip Hop y el Festival Capital de la moña, que sesionarán del 28 al 31 de agosto, convertirán a La Habana en la metrópolis del género
A David Rodríguez muchos de sus familiares y amigos le pronosticaban una locura prematura. Su pasión por el hip hop lo hizo emprender una de las ideas más cuerdas e importantes de su vida: recopilar la mayor parte del quehacer de los raperos en su natal Guantánamo.
«¿Qué hice? Llamé a todos y les dije: Quiero realizarles demos con mi computadora. La razón que me impulsó a ello es que escucho una canción de rap y “me erizo”, la siento dentro de mí», dijo David, ante algunos de sus colegas en el Simposio de Hip Hop Cubano, que reúne en la capital, desde el miércoles último y hasta mañana, a artistas cubanos y extranjeros.
El joven guantanamero es miembro del grupo Ciudadano, y ha venido a La Habana para intercambiar experiencias con líderes, creadores y activistas de proyectos similares que hacen rap en distintas partes de la Isla.
Resulta que la capital cubana es la metrópolis del género en este mes de agosto. Dos eventos: el Simposio de Hip Hop Cubano y el Festival Capital de la moña, del 28 al 31 de agosto en Alamar, La Habana del Este, propician el debate, y muestran, desde la perspectiva de sus hacedores que, amén de ser un estilo de procedencia foránea, el rap nacional es musicalmente auténtico.
Rap en serio«En la tierra del río Guaso se ha levantado un movimiento fuerte de verdad. Eso me dice que siempre que nos tracemos una meta, los proyectos que deseamos hacer tomarán auge», sentencia David Rodríguez, un activista nato que comparte sus experiencias en La Habana.
El taller alternativo del Simposio de Hip Hop Cubano ha motivado a los asistentes a exponer sus visiones. Tal es el caso del pinareño Dennis, que junto a su agrupación Los Compinches, no deja de hacer visitas presentando su proyecto. «Allí hablamos de cómo llega la cultura hip hop a Cuba e insistimos en que la gente participe con nosotros en las actividades».
El camagüeyano Baconao, del proyecto La Esquina, ha dirigido el trabajo a «preparar una escuela para los interesados en «rapear» y bailar. Luego nos presentamos en las comunidades, y en centros estudiantiles y laborales. La Esquina no sube a muchachos en una tarima porque sí, buscamos otros puntos de vista.
«Mi idea es que los que hacemos rap debemos encontrarnos más a menudo, y aprender y probar, porque lo que no funciona en la capital, puede funcionar en Camagüey u Holguín», concluye.
En ello coincide la santiaguera Ana Lidia Rivera, promotora cultural del proyecto G12K y Espiral, para quien la clave es el intercambio. De ahí su propuesta de crear un proyecto entre las agrupaciones de las provincias orientales, que fue muy bien acogido.
El taller va resultando un enjundioso diálogo. Al decir de su coordinadora, Isneisy Moreno: «Aquí se pueden apreciar las ventajas y desventajas de estas propuestas artísticas, y creamos algunas alternativas para trabajar».
Se fabri_k el rapDesde hace cuatro ediciones, el proyecto capitalino La Fabri_K ha tratado de mirar el género basado en estudios teóricos, a través del Simposio de Hip Hop Cubano que organiza, lo que aporta a sus cultores una mayor información y conocimientos sobre el tema.
Para hacer real esos presupuestos, La Frabri_K ha contado con el auspicio del Consejo Nacional de Casas de Cultura, los institutos cubanos de la Música y de Investigación Juan Marinello, y la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), entre otras entidades.
Roberto Rosell, miembro del Comité Organizador, explica que este encuentro ofrece a los raperos una mejor preparación como artistas, algo que se evidencia con la realización de talleres, conferencias, espacios de discusión alternativos, y como novedad incluye este año el cine debate de materiales audiovisuales, donde asisten algunos de sus realizadores.
Participan en el Simposio representantes de Brasil, Costa Rica, Estados Unidos, Venezuela, Canadá y Japón. A ellos se unen artistas de la Isla de la Juventud, Guantánamo, Holguín, Las Tunas, Villa Clara, Pinar del Río, La Habana, Santiago de Cuba, Granma y Camagüey. En estos tres últimos existe una mayor tradición, y son precisamente las delegaciones más amplias.
Magia López, directora de la Agencia Cubana de Rap, ve como acertada esa presencia nacional de activistas y creadores en las sesiones teóricas del evento, quienes en su mayoría no proceden de escuelas de arte, por lo que este encuentro constituye para ellos una posibilidad de superación.
La también integrante de la agrupación Obsesión valora de positivo el tratamiento a temas que laceran el propio desarrollo del movimiento de hip hop, como la falta de espacios de presentación.
López señala, además, que el encuentro deviene una fórmula para realzar el nivel artístico de las agrupaciones con el Café vespertino —una especie de micrófono abierto para la improvisación—, y los shows competitivos en la noche.
La moña de la moñaEl Festival Capital de la moña será otro de los momentos dedicados al rap. Se celebrará en la comunidad de Alamar a finales de agosto y guarda estrecha relación con el antiguo certamen que ocurría en esa comunidad capitalina, aunque sus organizadores advierten que ofrece otras novedades, como la actuación de músicos que cultivan otros géneros.
Con una presentación inclinada a la competencia, al Capital de la moña asistirán alrededor de 30 agrupaciones de la Isla. Entre ellas Ogguere, Anónimo Consejo, Los Aldeanos y Hermanos de causa.
Rodolfo Rensoly, presidente del Festival, apunta que el evento contará con el apoyo de las direcciones de Cultura del municipio y de la capital, del gobierno y el MINCULT. El Festival contará con el espacio de reflexión La moña de la moña.
La música hablada de hoyEl rap cubano toma auge como movimiento desde la década de 1990. Varias tendencias del género se manifiestan entre las agrupaciones y solistas nacionales, demostrando diversidad y originalidad en las formas de expresarse. Así pueden apreciarse algunos exponentes más apegados a los conceptos musicales del estilo, a la vez que otros buscan y experimentan con una marcada conexión con la música criolla.
La musicóloga Grizel Hernández asegura a JR que actualmente existe toda una gama de ejemplos. «Al vincularse a un movimiento de músicos formados en las escuelas de arte, la mirada va mucho más allá del rap crudo, más ortodoxo, y empiezan a buscarse las hibridaciones como pasa con Ogguere, donde hay una cubanía muy fuerte».
Grizel, quien es especialista del Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana, opina que hoy día hay artistas con una historia larga dentro del género en la Isla, como Obsesión, La Mariana y una serie de agrupaciones, que «tienen una elaboración exquisita en su trabajo. Otros mantienen un discurso más crudo, aunque sí les interesa la preparación de sus propuestas. Mientras, algunos que empiezan ahora están en esa etapa mimética».
La profesora estadounidense Melisa Rivère, del Departamento de Antropología del Instituto de Estudios Globales de la Universidad de Minnesota, califica de interesante cómo se recrea en Cuba el rap. «Es algo tan auténtico, mucho más que si tuvieran todos los medios, todos los elementos. Se buscan vías para lograr los sonidos de un modo más original que con los equipos. Es como un renacimiento del hip hop».
La estudiosa visita la Isla desde 2001 y ahora imparte un taller de historia del movimiento de hip hop. «He visto muchas acciones aquí: la creación de la Agencia Cubana de Rap es un hecho muy importante en la fermentación del rap nacional y me parece muy positivo que sea dirigida por una artista que forma parte del movimiento. No hay otro lugar en el mundo que tenga una agencia gubernamental».