De izquierda a derecha, cartel de Mariposa negra, de Francisco Lombardi, y los fotogramas de los filmes brasileños El más grande amor del mundo y Antonia.
Es un ejercicio agotador tomar la cartelera o el periódico cada una de las mañanas del Festival para decidir hacia cuál de las salas dirigir nuestros pasos, en busca de la película que nos deje plantados en la butaca con la boca abierta y el corazón henchido de placer. Puede suceder que al final tengamos un día negro, de esos en que no hay manera que acertemos en el blanco, y sin embargo, aunque nos vayamos a la cama con los pies en «llamas», en cuanto asome el sol estaremos dispuestos a desandar media ciudad tras nuestra ganadora del codiciado Coral.Como son más de 400 los filmes que se exhibirán durante estos diez días, JR propone un acercamiento a algunas de las 18 películas que compiten en la categoría de largometraje de ficción, como la coproducción entre Argentina, Alemania, Francia y Uruguay, El custodio, dirigida por Rodrigo Moreno, e interpretada por Julio Chávez, Osmar Núñez, Marcelo D’Andrea y Elvira Onetto.
El custodio llega a La Habana tras ganar el Premio Alfred Bauer del Festival de Cine de Berlín —se entrega a la cinta más innovadora desde el punto de vista artístico—, el galardón más importante alcanzado por la cinematografía argentina en esta cita después de que El abrazo partido se agenciara doble Oso de Plata.
Considerada «una pequeña gran película para aquellos que buscan en el cine nuevas formas de expresión», El custodio es el acabado retrato de un guardaespaldas gris y mediocre (Chávez); un personaje insignificante que concentra su vida en proteger a un ministro, olvidando por completo su propia existencia. Esta es una película donde Moreno —codirector de Mala época y El descanso— rompe con las estructuras dramáticas tradicionales.
De Argentina es igualmente Crónica de una fuga, de Israel Adrián Caetano, autor también, junto a Esteban Student y Julián Loyola, del guión que se adentra en una época que muchos latinoamericanos se resisten a olvidar: la dictadura militar. En este caso, las víctimas son unos jóvenes recluidos en un centro de interrogación, donde conocerán de torturas físicas y mentales.
Dos actores de renombre internacional encabezan el elenco de este thriller: Rodrigo De la Serna (Diarios de motocicleta) y Pablo Echarri (El método), seguidos muy de cerca por Nazareno Casero, Lautaro Delgado y Matías Marmorato. Quizá el lector piense que Crónica... es más de lo mismo, mas quienes la han visto aseguran que es distinta, porque su realizador no da sermones, sino muestra hechos.
Este año los amantes del fútbol estarán de plácemes con El camino de San Diego, de Carlos Sorín (Historias mínimas, El perro), quien se agregó al listado de directores atraídos por el pibe de oro, como el italiano Marco Risi (Maradona, la mano di Dio) y Emir Kusturica (Maradona). Sobre El camino..., La Nación publicó: «Al estilo de las road-movies típicas de la cinematografía [...] un filme de enorme impacto sentimental sin caer en lo melodramático ni transgredir lo cálido de su propuesta», mientras que ABC comentó: «Sorín nos engaña, nos dibuja una Argentina plácida, de hadas, donde todo el mundo ayuda al gran Tati Benítez (papelón) y donde nadie se la intenta jugar. [...] Pero en el fondo es una película esquizofrénica». Así y todo, debe ser de esas que, por acercarnos al astro, tendrá su buena cola asegurada.
Nacido y criado (Argentina, Gran Bretaña, Italia) es el cuarto filme de Pablo Trapero después de haber rodado Mundo grúa, El bonaerense y Familia rodante, donde muestra una técnica cinematográfica superior. Egresado de la carrera de dirección de la Universidad del Cine, ahora cuenta la historia de Santiago, un joven y exitoso restaurador, que vive cómodamente con su esposa y su pequeña hija, hasta que un accidente desata la tragedia...
¿Por qué Nacido y criado? Porque, a decir de Trapero, a la gente del sur de Argentina, donde rodó, le gusta presentarse así, aunque «todos somos nacidos y criados en algún lado, pero esta película trata de dónde es que uno elige quedarse. Del lugar donde criarse no como niñez, sino donde madurar».
Por Chile viene Padre nuestro, de Rodrigo Sepúlveda, quien seleccionó a sus coterráneos Jaime Vadell, Amparo Noguera y Francisco Pérez-Bannen, para conformar el elenco principal de este largometraje al que sumó a la actriz argentina de lujo Cecilia Roth. Con fino humor, el argumento se centra en el último momento de la vida de un padre (Vadell) que quiere reunir a su familia antes de morir.
De Padre nuestro la crítica ha dicho: «Los códigos de la familia chilena, con sus represiones y dolores postergados están notablemente interpretados por un elenco coral, donde la figura de la Roth aporta la mirada del otro ante la tragicomedia de la muerte».
El archiconocido Francisco Lombardi compite en representación de su Perú con Mariposa negra, una película basada en la novela Grandes miradas, donde todo comienza a partir de que Gabriela (Melania Urbina, premio a la mejor actriz en el Festival de Montreal), se entera de que su novio Guido (un juez anticorrupción) fue asesinado por un grupo de matones. Ella se unirá a una periodista para esclarecer la muerte.
De un realizador como Lombardi no se puede esperar menos que encuadres y ritmo ideales, magnífica fotografía y destacada dirección de actores.
La brasileña Tata Amaral es la única fémina que clasificó como realizadora con su Antonia para optar por los Corales. Su nuevo filme refleja la trayectoria de un grupo de rap formado por cuatro mujeres, que intentan sobrevivir cantando. Tal ha sido el éxito de este drama musical cuyas escenas están marcadas por el ritmo de estas raperas, que desde el pasado 17 de noviembre Rede Globo exhibe una serie de ficción basada en esta película.
A diferencia de otros filmes que ha dirigido, como los premiados Um céu de estrelas y Através da Janela, esta vez Tata trabajó básicamente con actores no profesionales. Y es que no pudo permanecer indiferente a la experiencia de Fernando Meirelles con Ciudad de Dios, quien conformó su elenco con personas que vivían en ambientes parecidos al de los personajes. Así fue como Tata se decidió por Negra Li, Leilah Moreno, Cindy y Quelynah, de lo cual no se arrepiente, porque «la recepción de Antonia ha sido maravillosa».
Estoy convencido de que el hecho de que el siempre eficiente José Wilker lidere el reparto de El más grande amor del mundo, de Carlos Diegues, será una invitación a invadir los cines para adentrarse en la vida de Antonio, famoso astrofísico brasileño y profesor de una universidad norteamericana, aquejado de una enfermedad fatal, y que al regresar a su país para recibir una condecoración oficial, descubre la identidad de sus verdaderos padres y la asombrosa historia de amor que los uniera.
Acompañan a este Wilker incapaz de demostrar sentimientos, actores como Sérgio Britto, Marco Ricca y Taís Araújo. A pesar de que la música original está firmada por Chico Buarque de Hollanda, algunos señalan que El más grande... es inferior a obras anteriores, porque si bien Diegues muestra sus dotes como director, no consigue emocionar. Pero, eso dicen los críticos, ya ustedes me dirán.