En la clausura de esta cita folclórica, realizada en el parque Céspedes, una representación de la República Dominicana recibió la Mpaka, símbolo de la también denominada Fiesta del Fuego, por estar dedicada a ese país la cita caribeña del 2007.
Grupos portadores de la cultura popular tradicional cubana y extranjera que asistieron a la cita demostraron en un desfile artístico el crisol de identidades y costumbres que distinguen la región, y ratificaron este evento popular como espacio para la integración de los pueblos.
Calles, plazas, teatros y barrios acogieron durante siete días a 52 agrupaciones músico-danzarias, intelectuales y artistas de más de 10 naciones antillanas y de otra partes del mundo.
Alrededor de 20 ponencias se presentaron en el coloquio El Caribe que nos Une, y estudiosos de las raíces afrocaribeñas reflexionaron sobre la vigencia del pensamiento martiano en la región, la interrelación caribeña, y acerca de otros temas de religiosidad popular..
El Festival contó con ceremonias mágico-religiosas, exposiciones de artes plásticas, actuaciones teatrales, manifestaciones danzarias y presentaciones de agrupaciones musicales en más de 60 áreas bailables.
Desde su inauguración el tres de julio último este certamen devino momento para la reflexión y tomó fuerza en aras de continuar salvaguardando los valores de la cultura tradicional de los países latinoamericanos y del Caribe, que hoy abogan por la unidad y los mismos ideales sociales en beneficio de la humanidad.