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Un nido de tesoros a la altura de las nubes

Dos enamorados que viven en plena Sierra Maestra llevan cinco años coleccionando objetos y hoy atesoran más de 11 000; a eso unen la cultura, la historia y la gastronomía

Autor:

Osviel Castro Medel

SAN PABLO DE YAO, Buey Arriba, Granma.— Es difícil que el visitante no se impresione al llegar a la casa de Eidys Santiesteban Bárzaga y Yamisleidy Soto Armas, a la que se accede subiendo por una discontinua carretera entre lomas.

En ese hogar, en las serranías de San Pablo de Yao, hay más de 11 000 objetos llamativos, coleccionados durante cinco años por esta pareja atrevida y emprendedora, que decidió crear Dial Café, una singular galería-cafetería en la cual esos tesoros relumbran desde el primer vistazo.

Ellos poseen más de cien radios de distintas épocas, antiguas cámaras fotográficas, decenas de lámparas, objetos de los aborígenes, calderos de la etapa de la esclavitud en Cuba, máquinas de escribir, fonógrafos centenarios, relojes, planchas de carbón y de gasolina, teléfonos viejos y vasijas preciosas del año 1800.

Tienen, asimismo, documentos históricos, fotografías de personalidades, carteles promocionales previos a 1959 y los raros discos de carbón, anteriores a los de vinilo.

«Cuando comenzamos no pensamos que íbamos a llegar tan lejos. Aquí tenemos desde un clavo de la línea de ferrocarril, una pequeña llave y faroles de barco, hasta una máquina de coser de 1876, un electrocardiógrafo de 1946 y tinajones, pasando por monedas muy antiguas. Hay objetos de casi todas las provincias y de varios países», dice con sano orgullo Eidys.

«Hemos recibido incontables donaciones, también recolectamos lo que muchas personas consideran inservible y, además, realizamos compras», agrega este soñador de 41 años de edad.

Quizás lo más admirable es que han logrado darles vida útil a cientos de piezas que supuestamente nunca funcionarían, incluyendo un fonógrafo Víctor de 1907, otro Brunswick de 1912 y uno de marca Edison de 1918.

«Tener una colección como esta nos ha obligado a innovar, a aprender sobre historia, electrónica y restauración. Cuando uno se pasa días arreglando y logra recuperar un fonógrafo, una caja de música o un teléfono, equivale a sentirse por las nubes», reconoce mientras enseña varios equipos por reparar. 

Por su parte, Yamisleidy, de 34 abriles, expresa que la casa y su patio se han ido llenando de piezas, por eso no han podido organizar la colección por temáticas, como siempre soñaron.

Quedarse en la Sierra Maestra

Si bien este matrimonio recolecta objetos desde hace un lustro, Dial Café surgió el 14 de febrero de 2022, un nombre que nació porque una de las motivaciones del lugar es degustar el café de la serranía mientras se escucha la radio. 

Desde entonces lo han visitado numerosas personalidades, incluyendo los escritores Alex Pausides, Froilán González y Adys Cupull, el chef internacional Enoch Tamayo, los artistas de la plástica Alexis Pantoja y Juan Luis Maceo, entre otras.

«Aquí hemos atendido a personas de toda Cuba, también de Reino Unido, España, Alemania, Francia, Brasil, Portugal, Estados Unidos y otros países. Muchos nos han dicho que deberíamos irnos para Bayamo u otra ciudad porque recaudaríamos más dinero, pero sentimos que nos debemos a esta comunidad, donde nos quieren muchísimo. Además, aquí descansa parte de la historia de San Pablo de Yao; aquí nacimos y queremos seguir creciendo», comenta Eidys.

Ese apego a la localidad los ha estimulado a realizar actividades comunitarias con adultos mayores y niños, y a crear un taller literario infantil, conducido por Yamisleidy, quien es graduada como instructora de arte.

Dial Café es sede, cada 15 días, de talleres literarios, en los que participan niños y adolescentes de la comunidad. Foto: Cortesía de Eidys Santiesteban

«Empezamos tratando de incentivar la lectura, luego la enseñanza de la historia y después fuimos vinculando ambas cosas con algunas de nuestras piezas. Eso les ha gustado mucho a los niños. Hemos tenido ayuda del sectorial de cultura de Buey Arriba y de Kenia Rodríguez, una multipremiada realizadora de la Televisión Serrana», refiere Yamisleidy.

Los participantes en el taller se han enamorado de la museología, la historia y la poesía. Y esto estimula a los fundadores de Dial Café.

Claro, no todo es gloria. Todavía Eidys y Yamisleidy esperan desde hace tiempo que su emprendimiento se apruebe como Proyecto de Desarrollo Local, algo que beneficiaría más a la comunidad.  Y sueñan con concretar una alternativa eléctrica pues los apagones golpean fuerte.

Pero, de cualquier modo, siguen «como dos locos empedernidos, tratando de seguir adelante».

Marcas que no se borran

Ahora mismo hablan y la emoción se apodera de ellos, los ojos se humedecen, los poros de la piel aumentan.

Y es que entre los tesoros guardados en Dial Café están parte de las cenizas de Daniel Diez Castrillo (1946-2023), fundador de la Televisión Serrana y quien fue profesor de sonido de Eidys cuando este trabajó en esa institución.

«Parte de sus cenizas se esparcieron en la televisión, otra quedó aquí, gracias a la decisión de la familia. Marlen, su viuda, nos dijo este era buen lugar para  que reposaran sus cenizas; que nosotros nos parecemos a Daniel, quien era muy emprendedor y apasionado. Esas palabras nos marcaron para siempre», cuenta Eidys con el llanto contenido.

Por este hecho, por haber sido sede de varios eventos culturales o gastronómicos y todo lo demás, Dial Café dejó de ser una casa o un emprendimiento privado. Como apunta Yamisleidy «no es un museo, tampoco una sala, ya no sabemos lo que es. Nosotros lo miramos como un nido de amor, donde las nubes están más cerca, donde se viene a conversar y a aprender, un rinconcito sin el que ya no sabemos andar».

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