El Presidente destacó la actitud de las fuerzas especializadas, entre ellos los bomberos, para enfrentar el siniestro. Autor: Roberto Suárez Publicado: 08/08/2022 | 10:51 pm
MATANZAS.— «Aquí, en medio de esta situación, yo creo que hay valores que compartimos como sociedad, que compartimos como revolucionarios, que compartimos como pueblo, que son valores fundados por la obra revolucionaria, que deciden en momentos como estos», afirmó en la tarde de este lunes, desde esta provincia que vive un siniestro de proporciones de gran magnitud, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
En una reunión que pulsa día a día el combate contra el enorme incendio desatado en los supertanqueros de la zona industrial de Matanzas, el Jefe de Estado —quien permanece en el territorio desde la medianoche del viernes— hizo referencia al valor de la unidad; «tengamos en cuenta que todos estamos participando en un hecho común, contra el fuego que nos azota». Igualmente, destacó la solidaridad, la responsabilidad, y la decisión de enfrentar con firmeza estas horas difíciles.
El mandatario pidió tener presente «que hay cubanos, bomberos, trabajadores que ofrendaron sus vidas, que entregaron sus vidas en los primeros momentos para enfrentar esta situación; y que hay familias dolidas por esas pérdidas humanas; y eso hay que honrarlo, porque esa fue la primera respuesta que tuvimos de un grupo de ciudadanos nuestros». Ante tal gesto, dijo el dignatario, el mejor modo de honrar es actuar «con la mayor eficiencia y en el menor tiempo» posible para salir de este momento.
«La respuesta tiene que ser mantener esa actitud heroica y titánica que han mostrado en todos estos días de ardua labor todos los que han estado participando en el enfrentamiento» al fuego, enunció el Jefe de Estado en la jornada que también contó desde la presidencia con el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, y con el Secretario de Organización en el Comité Central del Partido, Roberto Morales Ojeda —ambos miembros del Buró Político—, así como con la primera secretaria del Partido en la provincia, Susely Morfa González, y el gobernador del territorio, Mario Sabines Lorenzo.
Díaz-Canel destacó la actitud asumida por los cubanos en estas horas, reconociendo al mismo tiempo «que hay cansancio, reconociendo que también han sido jornadas tensas de trabajo, pero no hay incertidumbre, no hay desespero, y tenemos confianza en que vamos a superar, como siempre, una situación como esta».
Entre otras ideas el Primer Secretario del Comité Central del Partido expresó que «la población puede sentir tranquilidad», pues «se está trabajando con observación de cualquier cosa que pudiera afectarla», y si el momento lo requiriese, «de inmediato se darían las alarmas, se darían las alertas, se tomarían las medidas si hubiera que evacuar a la población; de inmediato se darían las informaciones que sean necesarias». Y seguidamente aseveró: «Hoy realmente tenemos el control de la zona en la cual se está desarrollando el incendio».
Como reflexionó el mandatario, no se trata de «tareas fáciles», sino de tareas complejas, de envergadura: «este es un siniestro realmente intenso y complejo», y apuntó que tal criterio es compartido con los especialistas amigos que han llegado desde México y Venezuela a trabajar de conjunto con los cubanos.
El Presidente compartió sus palabras en «el ánimo de seguir reforzando la unidad en el trabajo, y de seguir reforzando esa disposición y esa capacidad que nosotros tenemos de victoria ante la adversidad».
De la gratitud ante el gesto solidario
El Presidente Díaz-Canel habló sobre el valor de estar conscientes de que todas las personas, instituciones, organismos y combatientes que están participando en el enfrentamiento a la compleja situación están protagonizando el enfrentamiento a un desastre natural y ecológico, con una alta repercusión social y también económica.
Rememoró entonces las horas de la noche y de la madrugada de este domingo, lapso en el cual la situación del siniestro se complejizó a partir de que colapsara el segundo tanque de combustible. Ese suceso, como explicó el dignatario, provocó incendios adicionales que pusieron en peligro un grupo importante de puntos críticos en la zona de supertanqueros.
Reflexionó que hubo que desplegar notables esfuerzos a pesar de la poca visibilidad de la noche, y a pesar del abundante humo: «por lo tanto el trabajo heroico, constante, intenso, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), de las fuerzas del Ministerio del Interior, de los bomberos, fue decisivo. Trabajaron sin descanso.
«Hay que decir que hoy lunes por la mañana, al amanecer, cuando tuvimos más visibilidad, se hicieron buenos reconocimientos para entonces actualizar la situación y poder rectificar la estrategia de enfrentamiento; prácticamente en la mañana ya todos esos incendios adicionales habían sido extinguidos con el trabajo que se había realizado en la noche y en la madrugada, y se terminó de complementar con una participación muy decidida de la fuerza de los helicópteros de las FAR, que estuvieron extrayendo agua de mar y vertiendo sobre los focos que quedaban; (…) y eso nos ayudó a controlar una situación que anoche era muy compleja».
El mandatario enfatizó: «En medio de esto hay que seguir agradeciendo —yo me atrevo a hablar en nombre de nuestro pueblo, además de hacerlo en nombre del Partido y del Gobierno— las enormes muestras de solidaridad, de apoyo que ha recibido nuestro país en medio de esta situación.
«De todas las latitudes, dijo, han llegado mensajes de apoyo, disposiciones de ayuda, tanto de Gobiernos como de pueblos, como de instituciones, como de personas, como de organizaciones de solidaridad con Cuba, de partidos, de organizaciones internacionales, y realmente eso reconforta mucho, porque se siente que Cuba no está aislada, que Cuba no está sola, y que a muchos les está preocupando la situación que estamos enfrentando».
Díaz-Canel trajo a colación, además, los mensajes de solidaridad por parte de instituciones fraternales y religiosas, sin pasar por alto un mensaje del Papa Francisco «con relación a su voluntad, a su deseo de que el país, de que nuestro pueblo pueda superar esta situación». Hizo referencia a la preocupación proveniente de un grupo de Gobiernos, y a la reciente petición del Gobierno de la Federación de Rusia acerca de cuáles son las necesidades más apremiantes de la Isla en su lucha contra el siniestro.
Agenda de múltiples aristas
En el encuentro de este lunes se sumaron las voces de varias autoridades en el abordaje de cómo el país caribeño va asumiendo en estas horas el siniestro de la zona industrial de Matanzas.
De asuntos alusivos a la evacuación y al movimiento de insumos necesarios habló el titular de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila. De igual manera la jornada fue espacio para analizar la actual situación electroenergética del país; en particular, lo que sucede en estas horas con el abasto de agua a la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras.
La ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez Montoya, disertó sobre la calidad del aire, sobre la nube oscura provocada por el incendio, que se desplaza sobre el territorio occidental (provincias de Matanzas, Mayabeque y La Habana). Habló sobre nuevos equipamientos que llegarán para monitorear con rigor los niveles de contaminación; y reiteró la conveniencia de usar el nasobuco en lugares de alta vulnerabilidad ambiental.
Por su parte, el titular de Salud, José Angel Portal Miranda, informó que al cierre del mediodía de este lunes ascendía a 125 el número de personas atendidas a raíz del incendio. Detalló, además, que ya suman 101 las altas médicas; se sigue reportando un fallecido; y son 24 los hospitalizados (de los cuales cinco se encuentran en estado crítico; dos, en estado grave; y 17, de cuidado).
La arista comunicativa, las acciones de evacuación y las etapas de trabajo que vendrán conformaron el contenido de las reflexiones. Sobre el estado anímico reflexionó Susely Morfa, quien expresó: «Aquí, agotados podemos estar, lo que no podemos es estar vencidos»; y resaltó la importancia de la disciplina y del orden en el trabajo, de enfrentar toda manifestación de desespero en la población, así como de transmitir confianza y seguridad, de crear ambientes que conduzcan al triunfo.