La cerveza cubana. Autor: Adán Iglesias Publicado: 21/09/2017 | 06:34 pm
Mi entrañable amigo Floro ha pedido discreción con el contenido de su última misiva. Según él se trata de un antiguo secreto que ha mantenido guardado durante años. Algo que la temática de la novela cubana le ha traído a la memoria y lo ha puesto a pensar hasta caer en la máxima preocupación y por ende en el estrés:
«Amigo JAPE, lo que le contaré a continuación es de mucha complejidad y pido la mayor reserva y sobre todo su apoyo ético, moral, y sus sabios consejos. Resulta que hace algunos años estuve de visita en casa de la familia de mi esposa, Elena, que como usted sabe es oriunda de Holguín. Un día me fui con sus primos a visitar a unos amigos y cuando llegamos al lugar había un guateque que parecía que el mañana no existiera, pues estaban tirando la casa por la ventana a manos sueltas. ¡Música, comida y bebida a granel! Yo, que no soy de darme mucha lija ante las invitaciones, comí y bebí hasta perder los sentidos. Al parecer también perdí la vergüenza, porque amanecí en un montecito cercano abrazado a una muchacha, que cuando abrí los ojos, además de sonreír me preguntó: ¿Habanero, te gustó?
«No hubo más palabra, ni preguntas, ni respuestas. Salí corriendo y por suerte llegué a la casa antes que los primos y pude inventar una historia que ellos apoyaron sin chistar porque tampoco recordaban nada de lo sucedido la noche anterior. Días después en una reunión familiar volví a ver a la muchacha, que me sonrió amable cuando nos presentaron. Era prima de Elena y por suerte, o por despecho, o por mala retentiva, no comentó nada de aquel amanecer montuno.
«La historia de Nora, Luis Manuel y Sara, que protagoniza la trama de la telenovela del patio que recién ha concluido, me ha llevado a sacar esta cuenta: ¿Usted se imagina qué pudiera pasar si yo y esa muchacha tuvimos alguna relación sexual y ella quedó embarazada? Si el fruto de ese amor de manigua llegó a nacer, y hoy pernocta por algún rincón del país, esa muchacha o muchacho es hija o hijo mío y yo soy su padre. O sea, es hermano o hermana de mi hija Florita. Pero eso no es todo: como ella es prima de mi esposa Elena (algo que desconocíamos) entonces existen otros vínculos de familiaridad que, sin llegar al incesto, como pudo pasar con Ramón y Sara, son lazos de consanguinidad a tal punto que ese posible hermano o hermana de Florita también podría ser su prima(o) segunda(o) y a su vez hijastro(a) y sobrino primo de Elena quien sería madre y tía segunda de Florita por ser medio hermana(o) de la hija(o) de su prima. ¿Usted me entiende estimado JAPE?».
Trato de entenderte e incluso me pongo en tu lugar y solo logro ver que exageras. No creo que la sangre haya llegado al río, como anuncia el viejo refrán. Estás sacando conclusiones de algo con pocas probabilidades de existencia pues, aunque la vida es más rica que la ficción, tu historia son solo conjeturas. Lo más seguro es que ella, cuando te hizo aquella pregunta que aún retumba en tu cabeza: ¿Habanero, te gustó?, se refería únicamente a la fiesta.
Creo que hacer revivir tus recuerdos nos da la medida de que la telenovela Vuelve a mirar ha llegado a muchos y a muchas con muy buena aceptación y por eso merece nuestra felicitación a todo ese extenso colectivo.
En tu caso, amigo Floro, vuelve a mirar, mejor dicho, vuelve a viajar a Holguín y visita a la familia de tu esposa. No creo que haya otra fiesta como aquella a la que te llevaron sus primos, pero es posible que sí esté su prima y pregúntale qué cosa fue lo que te gustó.