Una familia palestina de regreso a Gaza. Autor: AFP Publicado: 13/10/2025 | 05:35 pm
Los gritos a viva voz, la alegría, los llantos y los cantos de la Resistencia silenciaron este lunes en Gaza y Cisjordania —la Palestina enrejada por el apartheid sionista— el tronar de los cañones, el implacable bombardeo de los aviones israelíes.
Las expresiones de júbilo inundaron las ruinas de las ciudades, los campamentos, los refugios, los maltrechos hospitales...y hasta los mártires resucitaron en cantos de reafirmación, porque siguen en pie.
Ni el hambre y la sed, usadas como armas genocidas consiguieron doblegarlos en su afán de libertad, una meta pospuesta, pero tal vez más cercana.
Tras la histórica prueba que acaba de pasar la generación actual, el martirio y la sangre vertida por un liderazgo diezmado y miles de combatientes, hombres, mujeres, niños y ancianos inocentes —en total más de 250 000 víctimas de la guerra de exterminio—, varias generaciones tuvieron su bautismo de fuego, la mejor lección de dónde está el enemigo y quiénes son los amigos, personas de todo el mundo que no los conocían y se tornaron la clave de esta peculiar victoria sobre un poderoso enemigo que destruyó sin compasión, pero que no consiguió su objetivo de doblegar la voluntad ni borrarlos del mapa.
El primer ministro sionista Benjamín Netanyahu perdió la apuesta. Se le acabó el tiempo sin conseguir la rendición de la Resistencia —no solo de Hamás, sino de todo un pueblo.
Los diputados Ayman Odeh y Ofer Cassif levantaron un cartel con la palabra Genocidio mientras Trump hablaba en la Knessett y fueron expulsados de la sal. Foto: Getty Images.
Aislado a nivel internacional, repudiado por la mayoría del electorado israelí e, incluso, de buena parte de la comunidad judía de Estados Unidos, su disparatada decisión de bombardear la capital de Catar para asesinar negociadores de paz palestinos, acabó con la paciencia de Donald Trump.
Como suele hacer el dueño del perro cuando ataca y muerde por su cuenta, el patrón y proveedor militar y de apoyo político-diplomático, regañó a "Bibi" con fuerza y le puso el bozal. Más tarde lo obligaría a disculparse con el jeque al Tani.
Hablando ante el Parlamento israelí, a dónde fue para vestir el traje de pacificador, Trump se dirigió a Netanyahu y le dijo: que la guerra de Gaza «estaba empeorando. Bibi, serás recordado por esto más que si la hubieras mantenido, matando, matando, matando».
A principios de mayo, Trump cerró un acuerdo económico entre Estados Unidos y Catar por valor de 1,2 billones de dólares. Catar se comprometió a comprar más de 200 aviones comerciales Boeing e invertir miles de millones de dólares en proyectos energéticos y tecnológicos para corporaciones estadounidenses.
Y para endulzar la oferta, el gobierno catarí obsequió a la administración Trump un jumbo jet de lujo Boeing, valorado en 400 millones de dólares para que lo utilizara como avión presidencial.
Trump jamás tuvo una actitud amistosa hacia el pueblo palestino, al que sugirió expulsar de Gaza para transformar la Franja en un resort turístico de lujo, una nueva Riviera del Mediterráneo, bajo su mando.
Su publicitado plan de Paz de 20 puntos ignora a Cisjordania y deja fuera cualquier mención de apoyo a la creación de un Estado palestino como la única solución viable para una paz justa y duradera en Oriente Medio.
El gobierno de Netanyahu insiste en que Hamás deberá entregar las armas y quedar fuera de la administración del territorio.
La liberación de 2 000 prisioneros palestinos, incluyendo 250 combatientes condenados a cadena perpetua, también resultó un duro golpe para los planes de limpieza étnica del Gobierno sionista, obligado a seguir en la Mesa de negociaciones, hasta definir su retirada total.
Los dos años de guerra genocida de Israel contra el pueblo palestino en Gaza y los desmanes cometidos en Cisjordania, pusieron al descubierto la naturaleza criminal, racista y colonialista del régimen del Apartheid sionista.
La maniobra de Trump de dar por terminada «la guerra de Gaza» revela el secuestro a mano armada del proceso de liberación del pueblo palestino y el intento de anular los juicios en curso en la Corte Internacional de Justicia por ocupación ilegal y genocidio a Israel y sus gobernantes.