Voluntarios en centros de aislamientos Autor: FCOM Publicado: 02/06/2020 | 11:10 am
Desde la ventana o el balcón, miramos el mundo exterior, ese donde hace dos meses caminábamos con total libertad, sin temor al contagio. Escuchamos: ¡Quédate en casa! Los consejos nos persiguen en canciones, la prensa y conversaciones cotidianas. Salir se vuelve un acto temerario, para ocasiones muy necesarias, buscar alimentos, por ejemplo.
Lo más sano, seguro y sensato ahora mismo es seguir en casa y buscar nuevas rutinas para ser felices, a pesar de todo.
Mónica Mestre, Marla Susana Viera y Mario Ernesto Almeida no pensaron así. En lugar de recogerse en el hogar y salir solo a hacer compras, ellos fueron a la zona más roja posible: centros de aislamiento. Mario Ernesto además dejó unas memorias hermosas, escritas a modo de crónicas virales.
Durante esos días leerlo me ayudó a sentir mejor mientras mi madre estaba como posible contagio en un centro de aislamiento. Dormí tranquila después de imaginarla atendida por jóvenes como Mónica, Mario y Marla. Jóvenes que aprendieron a servir mejor a otros, de la manera difícil. Ellos limpiaron, sirvieron comida, recibieron elogios (también quejas) y se convirtieron en mejores seres humanos.
Mientras escribo, tranquila, desde el hogar, otros muchachos trabajan y entregan sus energías. Para ellos este Podcast y el más profundo agradecimiento.
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