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Cuba: la luz siempre estará prendida

Regresaron a casa los pasajeros del crucero MS Braemar, en el que viajaban al menos cinco personas con el virus SARS-CoV-2, tras abrirse el puente humanitario puerto de Mariel-aeropuerto internacional José Martí-Gran Bretaña

Autor:

René Tamayo León

A las 7:47 p.m. de este miércoles 18 de marzo, despegó de la pista del aeropuerto internacional José Martí el primero de los cuatro aviones enviados por el Gobierno del Reino Unido para retornar a casa a los cruceristas del MS Braemar. Poco a poco fueron saliendo los otros tres, el último de ellos con los pacientes bajo cuidado médico.

Fue el tramo final de una odisea de más de mil seres humanos que anduvieron durante días sin que puerto alguno del Caribe (y la Florida) le permitiera atracar por el brote del virus SARS-CoV-2 reportado en la nave, donde cinco personas dieron positivo a la enfermedad COVID-19, y cerca de 40 (20 pasajeros y 20 tripulantes) estaban en cuarentena por síntomas de gripe.

Pero Cuba les abrió su corazón. Los primeros pasajeros en abordar la primera de las cuatro naves de la British Airways apostada en la pista del aeropuerto internacional José Martí eran mayormente ancianos. A unos 80 metros de distancia, redactores y fotorreporteros observábamos cómo para muchos era trabajoso, cansino, subir las escaleras. Pese a eso, decenas de mujeres y hombres se viraban hacia donde estaban los periodistas para saludar.

Una dama, que incluso a lo lejos resaltaba por su alcurnia y flema, se giró entusiasta luchando contra el viento para extender una bolsa en la que estaba grabada la bandera cubana. Estaban felices, porque regresaban a casa, pero también porque la Mayor de las Antillas les dio ayuda y abrigo y les permitió el retorno.

Pese a los riesgos, reducidos al mínimo por los protocolos de protección aplicados (incluidos guantes, gorros, nasobucos, caretas y batas), un grupo de cubanos trabajaron con ellos hasta el final, como los choferes y los guías que acompañaron a los viajeros hasta la misma puerta del avión cargándoles las mochilas y valijas a quienes más lo necesitaban.

Una joven de largos rizos que el viento descubrió debajo del gorro aséptico cuando ya se alejaba del avión, los saludaba entre triste y risueña. (Solidariamente triste por la dura prueba que debieron pasar esos seres humanos; bondadosamente alegre por haberlos ayudado —así interpretó este redactor sus gestos—). Fue el pueblo cubano despidiéndose de ellos; como diciendo, ¡aquí estamos! Porque Cuba siempre dejará la luz prendida para los necesitados del mundo.  

Los cruceristas manifestaron de múltiples maneras su agradecimiento. Foto: AFP

Puerto de amor 

—Mañana del martes 17 de marzo, entra a nuestras aguas jurisdiccionales con 682 pasajeros y 381 tripulantes.

—Sobre las 7:00 a.m. del miércoles 18 de marzo, atracó en el puerto de Mariel, donde se asienta la terminal de contenedores.

—Cerca de la 1:00 p.m. de este miércoles comenzó el descenso de los cruceristas para ser transportados hacia el aeropuerto internacional José Martí por un equipo de profesionales con indumentarias de protección y siguiendo los protocolos de seguridad.

—Sobre las 4:00 p.m. llegaron los primeros ómnibus a una zona preparada en el aeropuerto, y donde ya estaban las cuatro aeronaves enviadas por el Gobierno de Reino Unido: tres Boeing 777 de la British Airways, y un moderno Airbus 340 que serviría de avión hospital para asistir a los enfermos reportados a bordo del MS Braemar.

—5:40 p.m.: los pasajeros empiezan a subir al primer avión de la fila, directo desde los ómnibus que los trasladaron desde el MS Braemar. El abordaje demoró unos 40 minutos. El trámite se repitió una aeronave tras otra.

—7:33 p.m.: el primer Boeing empieza a taxear en busca de la pista de despegue. A las 7:47 p.m. despega rumbo a Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte. 

Nota: Para la cronología se emplearon reportes de varios medios cubanos que dieron cobertura in situ al evento.

Foto: Roberto Suárez

Los pasajeros del crucero transitaron desde el puerto de Mariel al aeropuerto José Martí. La posibilidad de contagio durante la estancia y el trasiego fue descartada: Cuba cuenta con los recursos materiales, humanos y tecnológicos para una evacuación rápida y precisa. Foto: Roberto Suárez

 

El puente humanitario cumplió los protocolos sanitarios establecidos por la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud Pública. Foto: Roberto Suárez

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