El Che le dio una importancia extraordinaria al trabajo voluntario, y lo demostró con su ejemplo. Autor: Archivo de JR Publicado: 07/10/2019 | 09:18 pm
¿Qué pensaría hoy el Che si estuviera entre nosotros? La inquietante pregunta del Héroe de la República Ramón Labañino Salazar, vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), provocó el sustancioso análisis del coloquio sobre el pensamiento económico del Guerrillero Heroico y su trascendencia para las transformaciones actuales del socialismo cubano, en la sede de esta organización.
El panel, en saludo al aniversario 60 del nombramiento del Che como presidente del Banco Nacional de Cuba y al 40 de la ANEC —que se celebrarán el próximo 26 de noviembre—, fue un fecundo diálogo interactivo entre sus emancipadoras concepciones económicas en la compleja etapa fundacional de la Revolución Cubana y los desafíos que implica la renovación de nuestro modelo socialista hoy.
Sin respuestas cerradas y dogmáticas, en la cuerda de la inteligente polémica revolucionaria que distinguía a Ernesto Guevara de la Serna, los renombrados economistas José Luis Rodríguez, del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, y Ernesto Molina, profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales, más el joven sociólogo Luis Emilio Aybar, del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, desplegaron consideraciones muy personales sobre la inmanencia del reservorio teórico del Guerrillero Heroico en la actualización de nuestro modelo económico socialista.
La construcción del socialismo no solo como una meta económica, sino como un enriquecimiento de la conciencia y la moral, los vínculos raigales entre la economía y la política, la compleja conjugación planificación-mercado y la necesidad de que la regulación de este último sea inteligente, con mecanismos económico-financieros y no administrativos, la centralización y la democracia necesarias, la participación popular en la gestión socialista y en el propio control de la obra revolucionaria, fueron tópicos abordados por los disertantes.
Se enfatizó en el preclaro y adelantado pensamiento del Che, que supo ver muy tempranamente las deformaciones de aquel socialismo real europeo, y vaticinar su retorno al capitalismo. En tal sentido, se enlazó el inquieto talante revolucionario guevariano con el lúcido reconocimiento de Fidel de que aún ignoramos cómo se construye el socialismo, y su alerta de que los propios revolucionarios podemos destruir la Revolución. Che y Fidel siguen ahí, preguntándonos y alertándonos de peligros y errores en el camino.