Aún la Empresa de Construcción y Montaje de Sancti Spíritus presenta problemas con la calidad de la mano de obra y la ausencia, en ocasiones, de recursos. Autor: Periódico Escambray Publicado: 03/01/2018 | 09:31 pm
SANCTI SPÍRITUS.— Alejandro Carús Álvarez tiene 31 años y sobre sus hombros lleva la responsabilidad de ser director de Capital Humano en la Empresa de Construcción y Montaje de esta provincia.
Si bien casi todo el día anda detrás de un montón de papeles, al preguntar por él todos lo conocen en su centro. Es el joven que, junto con un pequeño colectivo, ha sabido impulsar los resultados de una entidad que poco a poco ha incrementado sus resultados.
Pero también tiene en su agenda insatisfacciones por cuestiones que aún faltan. Y esas son razones suficientes para que este Licenciado en Estudios socioculturales y actualmente alumno de la Maestría en Dirección, de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí, adapte planes y estrategias a los diferentes escenarios laborales de su entidad, que hasta 2013 formó parte de un grupo empresarial y hoy es una empresa integral.
«Cada momento ha servido para trazar los rumbos del trabajo, siempre con la premisa de ser eficientes», afirma y pone énfasis en el conjunto de normativas jurídicas publicadas en la Gaceta Oficial Extraordinaria No. 58, del 13 de diciembre de 2017, con las cuales se apuesta por el avance en el perfeccionamiento del sistema empresarial cubano y se dota a las empresas de mayor autonomía.
—¿Cómo valoras estas normas? ¿Consideras que con ellas se puede acercar la empresa cubana a una autonomía que influya en mayor eficacia de los procesos?
—Ha sido muy positivo otorgarles facultades a las direcciones de las entidades, ya que eso ha ayudado a identificar con mayor claridad dónde las empresas tienen las mayores reservas y estas han podido aprovecharse para lograr mejores resultados. Cuando esto no existía, era mucho más difícil modificar la situación, teniendo en cuenta las condiciones técnico-organizativas de cada lugar.
«Las nuevas normativas jurídicas brindan la posibilidad de discutir el plan económico, en dependencia de los recursos materiales, financieros y humanos existentes. Y los sistemas de pago se ajustan a las condiciones reales que tiene la empresa, los cuales han ido perfeccionándose sobre la marcha, con el objetivo de ser más justos y estimular la actividad productiva».
Carús Álvarez conoce muy bien cuánto significa cuadrar con exactitud y que las sumas den elevados números, gracias a la perseverancia y constancia del trabajo de un gran colectivo. Su empresa es una de las pocas entidades constructoras de la provincia que tienen el sistema de la calidad certificado.
—¿Cuánto estimas que influye el pensamiento de quienes deben hacer regir las nuevas medidas en el cambio del sistema empresarial cubano?
—Creo que mucho. Nuestra experiencia nos ha demostrado que al partir de un diagnóstico de etapas que nos antecedieron, se logró que el colectivo viera la necesidad de llevar sistemas de trabajo, de planificación, organización y control más eficientes. Pienso que nos hemos pasado mucho tiempo escribiendo, dictaminando, estudiando resoluciones y ya llegó la etapa de consolidación de todo ello.
«Por ejemplo, aquí todos los años se revisan las estrategias para ir perfeccionando lo que nos puede frenar, porque el entorno es muy cambiante. Eso nos ha permitido rectificar cualquier error a tiempo y lograr, por consiguiente, resultados satisfactorios».
La Empresa de Construcción y Montaje de Sancti Spíritus llega a 2018 con la certificación de su contabilidad, premisa fundamental para el perfeccionamiento empresarial. Un fruto de la consagración y empeño que Alejandro Carús ha identificado como particularidades decisivas dentro de su colectivo.
—Con el nuevo conjunto de normativas jurídicas, ¿ya está todo lo que se necesita para ejercer el control y exigir a fin de lograr la eficiencia anhelada? ¿No falta nada?
—Ahora estamos dotados de toda la documentación legal, pero hay que trabajar en el control interno, no de forma individual por un especialista, sino en todos nuestros procesos de análisis de mejoras y control de cada uno de los procesos, de acuerdo con lo que establecen los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el período 2016-2021.
«En nuestra empresa constructora hemos logrado crear grupos de auditores adjuntos que durante todo el año laboran. No obstante, aún debemos vincular más a todos los trabajadores al chequeo constante de ese plan preventivo, para que, a medida que vamos detectando deficiencias en cada uno de los procesos, corregirlas. Desde hace tiempo somos capaces de trabajar con visión de futuro. Por ello hoy hablamos de lo que puede lograrse en 2021», explicó.
De acuerdo con este joven, la Empresa de Construcción y Montaje de la provincia espirituana todavía precisa de muchísimo trabajo para lograr sanear algunas fisuras que inciden, principalmente, en la calidad de sus obras y de los recursos humanos, sobre todo los que ejecutan las acciones constructivas.
Cuando se transita por algunas obras en desarrollo de esta entidad, tropezamos con inconformidades por los pagos a los constructores, así como con la ausencia de equipos de trabajo y personal calificado en los diferentes oficios.
—¿Son los sistemas de pago el único mecanismo para que quienes integran el sistema empresarial cubano obtengan mayores resultados?
—Como empresa en perfeccionamiento tenemos beneficios y pagos adicionales que compensan la escala salarial aprobada en el país. Hoy pagamos un salario medio superior a los 800 pesos y todos nuestros trabajadores reciben módulo de ropa de trabajo y de presencia, así como de aseo. Pero estamos muy distantes de una satisfacción plena de nuestro colectivo.
«A nivel de país es una preocupación constante cómo elevar las tasas salariales. Nuestra meta es ser más atractivos para evitar la fluctuación del personal, indicador que afortunadamente no ha crecido este año en nuestra empresa. Pero para obtener todo ello hay que incrementar mucho más los resultados, con el objetivo de generar más ingresos y así llegar a un mayor número de beneficios».
Para Alejandro Carús Álvarez la clave está en la planificación y control del trabajo.
Lo que dice la Gaceta
La Gaceta Oficial No. 58 Extraordinaria de 13 de diciembre de 2017 publica las adecuaciones hechas para las regulaciones relativas a la dirección y gestión del sistema empresarial cubano y a las políticas aprobadas para la actualización del modelo económico de nuestro país.
Estas aparecen en el Decreto Ley No. 334/17, aprobado por el Consejo de Estado, y los Decretos No. 334/17; No. 335/17 y el No. 336/17, dictaminados por el Consejo de Ministros.
De forma general, este conjunto de normas jurídicas apuesta por el avance en el perfeccionamiento del sistema empresarial y dota a las empresas de mayor autonomía.
Son el resultado de la sistemática transformación de los escenarios empresariales, iniciado en 2011, luego de que en el 6to. Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) se aprobaran los Lineamientos 6, 7 y 15, que se refieren a la separación de las funciones estatales de las empresas, a la obtención de resultados cada vez más eficientes, planificados y eficaces, y a apostar por integrar el perfeccionamiento empresarial a las políticas del modelo económico cubano.
Con estas nuevas normativas se derogaron un decreto y un acuerdo del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, mediante los que se establecían el Reglamento General de la Empresa Estatal y las Normas sobre la Unión y la Empresa Estatal, que datan de los años 1979 y 1988, respectivamente.
De este modo se erradica la dispersión legislativa existente y se generalizan conceptos, funciones y facultades para todo el sistema empresarial.