Los jóvenes cubanos llevan presente al Che en todo momento. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:02 pm
«Vivimos en una época en que se impone la relectura de la Historia, no su desmontaje. Los jóvenes necesitan como nunca sumergirse en ella, volver a los libros, recobrar o formar hábitos de lectura. Solo en el conocimiento y la cultura encontrarán su independencia ante la estrategia de colonizar cultural y globalmente nuestras mentes y corazones».
Así lo afirmó René González Barrios, presidente del Instituto de Historia de Cuba, en la conferencia que abrió el 2do. Simposio Internacional La Revolución Cubana, génesis y desarrollo histórico; que culminará la tarde del jueves y agrupa a 160 historiadores cubanos y extranjeros de 20 países, entre ellos Estados Unidos, España, Grecia, Argelia, Chile y Argentina.
«Las revoluciones no son hijas exclusivas de una sola generación, sino procesos de continuidad histórica. La nuestra ha tenido la peculiaridad de ser auténtica. Su doctrina fue ante todo mambisa y martiana. Su liderazgo tiene formación marxista-leninista, con un pensamiento antidogmático, rebelde siempre, y completamente soberana, así emprendió el camino hacia el futuro», recalcó González Barrios.
En el día inaugural trascendió que la política imperial de la fruta madura no es cosa del pasado: el imperio no perdonará la osadía de un pueblo que le lanzó victorioso el guante retador. Cuba le duele.
Asimismo, se hizo énfasis en que José Martí, Ernesto Che Guevara y Fidel Castro demostraron que el contacto directo con las masas es la llave de la unidad, y que tienen mucho que decir todavía.
Presidieron la apertura del simposio José Ramón Fernández, Héroe de la República de Cuba y asesor de la Presidencia; Roberto Montesinos, jefe del Departamento de Propaganda y Cultura del Comité Central del Partido; el Comandante del Ejército Rebelde Faure Chomón Mediavilla; el general de división José A. Carrillo Gómez, presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, y Eduardo Torres Cuevas, presidente de la Academia de Historia de Cuba; así como el amigo mexicano Antonio del Conde Pontones, «El Cuate», y el luchador boricua Félix Ojeda Reyes.
El Cuate recordó cómo conoció a Fidel y la ayuda que le brindó con el yate Granma para la expedición de fines de 1956. Ojeda, por su parte, elogió el proyecto del Instituto de Historia denominado Gómez-Maceo que publicará las Obras Completas de ambos hombres solidarios con Puerto Rico y el Caribe.