«La verdad llega más pronto a donde va cuando se la dice bellamente», nos susurra con su voz de siglos el cronista colosal José Martí. Y ese parece ser el estandarte que han sostenido los miembros de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) en Cienfuegos, al organizar año tras año, durante una década, el Encuentro y Concurso Nacional de la Crónica Miguel Ángel de la Torre.
La edición correspondiente al 2015, que se efectuará del 11 al 14 de noviembre próximo, contará con varias singularidades, entre ellas el hecho de que se invitará a todos los ganadores de las ediciones anteriores del evento y a los premiados en el apartado de Crónica, en el Concurso 26 de Julio de este año. También, por primera vez, se competirá además de con textos periodísticos del género, con trabajos investigativos (de no más de diez cuartillas), informaron los directivos de la UPEC en esa provincia.
El concurso estará abierto a todos los periodistas de la prensa escrita, digital, radial, televisiva y a estudiantes de Periodismo, con obras publicadas entre el mes de octubre de 2014 y el 30 de septiembre de 2015. Los estudiantes pueden presentar obras inéditas, precisaron los organizadores.
Asimismo, explicaron que a partir de esta edición se admitirán crónicas de ciudadanos cubanos «que no trabajen en los medios de prensa, entre las cuales el jurado seleccionará las de mayor calidad, se les entregarán diplomas de reconocimiento y se publicarán en el sitio digital de la UPEC cienfueguera».
Los interesados en concursar deben enviar sus obras a la dirección electrónica cip307@cip.enet.cu, por correo postal, por la valija de la UPEC o entregados personalmente en la Casa de la Prensa (calle 35, No. 5607 altos e/ 56 y 58, Cienfuegos). En el caso de la radio y la televisión, deberán enviarse en CD o DVD.
«Se admitirán hasta dos crónicas por concursante en cada uno de los tipos de medios en los que fueran publicadas», puntualizaron los futuros anfitriones de la cita. Este año se rendirá allí homenaje al Apóstol y a Miguel Ángel de la Torre, a 120 y 85 años de sus respectivas desapariciones físicas.