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Agua a cuentagotas

No siempre quien parte y reparte se queda con la mayor parte. En esa cuenta cayeron hace tiempo los encargados de suministrar el agua a los más de 500 000 habitantes de la provincia guantanamera, que padece desde hace seis meses de uno de sus males más recurrentes: la sequía

Autor:

Lisván Lescaille Durand

GUANTÁNAMO.— Aun con sus singularidades climatológicas, que incluye en una misma geografía la zona en la que menos llueve y la de mayores precipitaciones en Cuba; incluso estando circundada por numerosos ríos y afluentes, y de augurarse la existencia de un vasto reservorio de agua bajo su manto freático, Guantánamo continúa mal mirado por San Pedro, que cíclicamente lo pone a clamar el agua por señas.

Según el servicio hidrológico del Instituto de Meteorología, junio de 2015 es el más seco en la extremoriental provincia desde 1901. En esos 30 días solo cayeron 51 milímetros de lluvia, apenas el 42 por ciento de los 122 milímetros que, como tendencia, se registran en el sexto mes del año. En el primer semestre llovió solo para el 65 por ciento de los volúmenes históricos en esa etapa del año.

Como consecuencia de esta situación, los nueve embalses guantanameros, cuya capacidad de acumulación asciende a 347 490 hectómetros cúbicos (hm3) apenas alcanzaban, al concluir el mes de julio, un volumen disponible de unos 106 hm3 (el 39 por ciento de llenado); en tanto, la mayoría de las presas que aseguran el imprescindible líquido para el consumo de la población estaban muy deprimidas o completamente agotadas.

Esa realidad dispuso restricciones al recurso hídrico, que descendió de 1 200 litros por segundo diariamente a solo 430 en la actualidad, mientras continúa tocando fondo el nivel de las presas, disminuye la energía del agua y se deteriora su calidad, aseguró a la prensa Alfredo Correa Álvarez, delegado de Recursos Hidráulicos en la provincia.

La gente busca alternativas para agenciarse el esencial líquido. Foto: Lisván Lescaille Durand

De tal manera, alrededor de 69 000 personas han visto ampliarse hasta los ocho días el ciclo de entrega en la urbe principal, y a más de 20 —con el auxilio de pipas— en otros territorios; además de que se continúan restringiendo las asignaciones a la agricultura y algunas empresas altamente consumidoras del recurso.

Soluciones emergentes pero sostenibles

Pero esas medidas no son ya suficientes ante la persistencia del período seco. Por consiguiente, las autoridades del organismo rector del agua, de conjunto con la OBE y el Micons, fundamentalmente, acometen desde hace unas semanas un grupo de proyectos inversionistas emergentes que permitirán un mejor manejo y distribución del cada vez más escaso recurso hídrico, explicó Correa.

En esencia se trata —expuso— de aprovechar para el consumo humano el agua de los embalses con más disponibilidad, como es el caso de la presa Jaibo (capacidad 120 000 hm3, volumen disponible hasta el 31 de julio: 61.02 hm3), que se destinaba para uso agrícola, aprovechando el Canal Magistral Camarones (CMC), que circunda la ciudad por el noreste y el noroeste y llega hasta comunidades del municipio de Manuel Tames, seriamente afectadas por la sequía.

En ese sentido será vital para más de 7 000 tamenses del Consejo Popular Héctor Infante la puesta en funcionamiento de una nueva estación de bombeo en el Yarey, que bombeará el agua del Canal Camarones hasta un tanque receptor en Héctor Infante, mediante una recién instalada conductora de casi cuatro kilómetros.

Esa inversión acorta ostensiblemente la distancia para el traslado del agua en pipas a buena parte de los pobladores del municipio que, desde octubre de 2014, utilizan esta alternativa para atender las necesidades de más de 12 000 habitantes de los consejos populares Manuel Tames, Héctor Infante y Honduras, aseguró Juan Armando Blanco Mejías, director de la UEB Acueducto y Alcantarillado Manuel Tames.

El Canal Magistral Camarones auxiliará a la deprimida presa Faustino Pérez —responsable de la mayor parte del abasto a la ciudad de Guantánamo—, inyectándole a su conductora unos 500 litros por segundo, cuando en los próximos días concluya la construcción de una estación de bombeo, otra de cloración y una cisterna en las inmediaciones del poblado de Argeo Martínez, perteneciente también a Manuel Tames.

Los by pass instalados permitirán dividir la ciudad en cuadrantes o sectores para el suministro más eficiente del agua. Foto: Lisván Lescaille Durand

No menos sensible será para los habitantes del Guaso el aprovechamiento de las aguas de la presa Jaibo que bajan por el citado Canal. Un nuevo y emergente acueducto con capacidad para suministrar 51 litros por segundo, abastecerá a unas 24 000 personas del barrio San Justo, al oeste de la ciudad. Eso requerirá, entre otros trabajos, instalar 1.7 kilómetros de tubería desde un sitio llamado Montgomery hasta el barrio Alto de la Bandera, inversión paliativa de las necesidades de esta zona que, según expertos del sector, se incluye en un proyecto para suministrar unos 200 litros por segundo diariamente.

Mejor repartida

Por otro lado, las autoridades de Recursos Hidráulicos procuran concentrar y sectorizar la distribución del líquido en la ciudad, de modo que se puedan operar con mayor eficiencia los circuitos establecidos para el abasto, y así evitar pérdidas del líquido.

Con ese propósito también se rehabilitó la estación de bombeo Bano Viejo con la puesta en funcionamiento de cuatro bombas que le extraen al río Bano unos 300 litros por segundo que se destinan al hospital general Agosthino Neto y al residencial reparto Caribe.

De igual manera, se procura incrementar la capacidad de bombeo del acueducto Guanta, que beneficia a unas 68 000 personas y a varias industrias de alimento asentadas en la zona sur de la ciudad. Los especialistas evalúan aumentar de 300 litros por segundo hasta 400 la capacidad de ese bombeo, lo que permitiría trasvasar más agua desde allí hasta el centro de la ciudad.

A todas estas medidas se suman la instalación de tres nuevos llenaderos de carros-cisterna, la construcción de dos by pass (llaves para seccionalizar los circuitos) y un programa para recuperar y certificar todos los pozos existentes, y construir los que sean necesarios, abundó el directivo.

Finalmente aseveró Correa que las inversiones, cuyo monto preliminar asciende a 2.7 millones de pesos, aunque son contingentes dejarán a la provincia con mayor capacidad preventiva para maniobrar el agua almacenada y, en esencia, reducirán la vulnerabilidad ante estos eventos, cada vez más frecuentes, que ponen a prueba la capacidad de los cubanos de adaptarse a unas de las consecuencias del cambio climático.

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