Los protagonistas del sitio web aseguran que este es un espacio que exige mucha creatividad. Autor: Roberto Morejón Guerra Publicado: 21/09/2017 | 06:04 pm
No siempre las ganas de hacer se perciben a primera vista como entre el grupo de quienes desandan las oficinas de Cubacusa, un portal web que busca reflejar, desde una mirada joven, la historia vivida por los cubanos luego de 1959.
Ellos admiran el trabajo que realizan los maestros de Historia y, por tanto, son unos enamorados de esa materia, pues tuvieron profesores que desde pequeños los sedujeron con su forma de contarla.
Luego de casi dos mes de que el sitio web esté en la Red de redes, este diario intercambió con sus protagonistas —jóvenes periodistas, comunicadores sociales, historiadores, filósofos, diseñadores, programadores y especialistas en Ciencias de la Información—, quienes de manera creativa narran los relatos históricos de la Cuba revolucionaria.
Rodolfo Romero Reyes, coordinador del grupo gestor de Cubacusa (www.cubacusa.cu), precisa que este es un espacio que invita a profundizar en el conflicto entre EE.UU. y Cuba, y a entender por qué la apuesta por la soberanía no es un empeño tejido únicamente desde nuestro país, sino una batalla indetenible de los pueblos de América Latina y el Caribe.
Comenta que el contexto en el cual surge el sitio web está marcado por el insuficiente interés que pueden sentir un número de jóvenes por la Historia de Cuba y por la manera poco atractiva de enseñárselas en las escuelas. Asimismo, la etapa de 1959 hasta la actualidad es la menos trabajada en la literatura y de la cual existe escasa información.
«Además, nace en un ámbito en el que las nuevas tecnologías están atrapando la atención de los más nuevos en todos los escenarios, y nosotros debemos insertarnos si queremos ser atractivos para ellos. Igualmente, Cuba se prepara para conectarse a Internet con mayor calidad y mayor cantidad de personas, y eso debemos tenerlo presente.
«Cubacusa llega también en el momento en que se han dado pasos para restablecer las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, pero ello no puede conducir a olvidar la memoria y la historia que hemos construido los cubanos. El sitio es una manera de enseñar a todos que somos un pueblo que ha resistido más de cinco décadas de hostilidad», apunta.
Concepto y visualidad novedosos
Si algo se han propuesto los protagonistas del sitio, en especial sus diseñadores, es que este se distinga por un concepto y visualidad novedosa, y un enfoque profundo, científico y útil que se parezca más al escenario digital, para contar así cada paso de la historia más reciente.
Para Yolanda Durán Fernández, graduada del Instituto Superior de Diseño, interacción, lenguaje y códigos visuales son elementos que se deben tener presentes, sobre todo con un público joven. «Por la delicadeza de los temas que trata el portal y la densidad de sus contenidos, lo que se haga, desde un punto de vista gráfico, tiene que llamar la atención y funcionar bien».
Su colega Yuset Sama Leal asevera que trabajar en un equipo multidisciplinario siempre propicia aprendizajes. «Es interesante, pues existen diversas especialidades enfocadas en un mismo objetivo. No se trata de subordinar el diseño a la programación, o viceversa, es más bien un trabajo colectivo y que debe ser bien coordinado».
Los realizadores aseguran que al sitio lo distingue de otros, el empleo en sus artículos de diversas infografías, esquemas, audios, gráficos… y ofrece la posibilidad de nutrirse de contenidos que aporten los propios lectores. De ahí que tratan de acercarse a ellos, con un diseño atractivo y mediante historias de vida y hechos poco tratados en los libros.
Ejemplifica Romero Reyes, el coordinador del grupo gestor, que en el caso del Memorial de la Denuncia, existe un grupo de multimedidas y dosieres sobre la Crisis de Octubre, Playa Girón, la Campaña de Alfabetización y otros hechos, desarrollados en distintas instituciones, que ahora el usuario puede descargar desde este sitio.
«Otra de sus singularidades es que sistemáticamente se van a publicar artículos elaborados por jóvenes, desde los protagonistas de la historia y familiares que hoy están vivos», asegura. Añade que América Nuestra funciona como una wiki y te da la posibilidad de subir contenidos desde cualquier parte del mundo, así que hay personas que pueden contribuir con sus artículos a este espacio.
«La colaboración es uno de los valores que nutre el sitio, pues intentamos alejarnos de la idea de que la historia solo pueden contarla y hacerla los historiadores. Esperamos que cada día se sumen nuevos colaboradores para que intercambien sus experiencias, pues estamos convencidos de que pensar nuestro país siempre será un ejercicio fértil, urgente y necesario».
Asegura que ha sido difícil en este tiempo la selección de los contenidos, porque están muy dispersos. A lo anterior se agrega que pocos de quienes integran el grupo coordinador son especialistas en Historia y muchas veces no saben el lugar donde encontrar la información precisa. Sin embrago, para ello han tocado varias puertas y tienen la colaboración de importantes instituciones.
«La información que tenemos y la que encontramos la procesamos detalladamente y poco a poco, pues lo que más nos interesa es que cuando subamos algo a Internet, tenga la descripción correcta, sus imágenes y, sobre todo, un diseño atractivo para que los cibernautas se «enganchen con él y luego lleguen al contenido».
Rescatar nuestra historia
Precisa Romero Reyes que una de las razones que impulsa el proyecto es que «el modo en que se enseña la Historia no es siempre atractivo para que los alumnos sientan que están conociendo en todos sus matices a un personaje o un hecho histórico.
«Habría que repensar la forma en que se imparte, pues a veces queremos usar el audiovisual como recurso y lo que hacemos es repetir una teleclase y no aprovechamos las potencialidades de ese producto comunicativo. A una parte de las clases de Historia le falta que los educandos se emocionen cuando escuchen determinado suceso; que lo vivan, lo sientan, se conmuevan e impresionen.
«En el mundo digital la pelea es mayor, pues competimos con contenidos redactados —muchas veces— queriendo pintar una nación diferente a la que tenemos o conocemos, o una Cuba idílica y próspera antes de 1959, para contraponerla al proyecto actual de la Revolución. No se habla de lo que significó la Campaña de Alfabetización, la Ley de Reforma Agraria, entre otras páginas memorables.
«Nuestro país tiene que proponerse realizar audiovisuales como Clandestinos o José Martí: el ojo del canario, para así enseñar nuestra historia, pues tenemos personajes y hechos que darían para hacer excelentes largometrajes», manifiesta, y añade que sería bueno que los estudiantes puedan acceder a bibliografía que les sirva no solo para sus trabajos académicos, sino también para enriquecer sus conocimientos sobre la Cuba posterior a 1959.
«Esa historia no es más que la de nuestros padres, abuelos y, por tanto, la nuestra. Conocer esa tradición nos va a permitir discutir este presente que vivimos con más argumentos y prepararnos para un futuro mejor», sostiene el joven periodista.
Alega que Cubacusa no puede almacenar toda la información disponible sobre los temas históricos, pero sí ofrece un abanico de temas que trata casi todas las aristas de nuestra historia, por ello el principal reto del equipo es compartir ideas y multiplicarlas.
«Otros desafíos están en poner a disposición de todos los cibernautas un grupo de contenidos dispersos, ser una fuente de consulta y un espacio para publicar. Estamos abiertos a todas las propuestas y a rescatar historias de personas comunes, que desde el anonimato también han contribuido a la Revolución.
«Ser rigurosos en el trabajo es también uno de nuestros desafíos, pues somos recién graduados y queremos que todo lo que se publique se haga con rigor, para que Cubacusa llegue a ser un espacio de referencia en el entorno digital, alrededor del cual se articule un movimiento de apropiación y construcción participativa de conocimientos».
Cuatro sitios web muy relacionados
Cubacusa posee cuatro sitios web con vida propia, aunque muy articulados entre sí. El primero, el Memorial de la Denuncia, una extensión virtual del nuevo proyecto museológico del Ministerio del Interior, propone un acercamiento a la Historia de Cuba con el uso de tecnología de punta.
El segundo, el Centro de Recursos, es un archivo interactivo que agrupa información, artículos, libros, investigaciones y documentos históricos, en diferentes formatos como imágenes, audio, videos y otros.
América Nuestra, el tercero, refleja las acciones criminales de EE.UU. contra los pueblos latinoamericanos. A través de la información contenida en alrededor de 300 fichas publicadas se puede conocer acerca de los hechos más significativos desde 1898, sus responsables y víctimas.
Por último, la revista trimestral Pensar en Cuba es una publicación que desde las Ciencias Sociales y con un perfil académico multidisciplinario promueve el análisis de la realidad cubana desde 1959. Su primer número está dedicado a reflejar los años 60 del siglo XX, en los que ocurrieron los cambios más radicales de la sociedad y la época de mayor intensidad en la agresividad norteamericana contra la Isla.