La seguridad que encuentra el turista en Cuba, el intercambio con el pueblo, los valores culturales, patrimoniales e históricos, junto con la belleza de sus playas y de su naturaleza, constituyen las principales motivaciones para viajar al archipiélago, aseguró la directora comercial del Ministerio de Turismo, Carmen Orellana, en la jornada de este miércoles de la Feria Internacional del sector, FITCuba 2014.
Entre las fortalezas del destino Cuba la funcionaria mencionó el desarrollo de la modalidad de circuitos —a la que está dedicada el evento—, de gran interés entre los vacacionistas, según evidencian las encuestas.
La directiva señaló que, al considerar esas motivaciones, la mejor manera de optimizar el tiempo de estancia de los visitantes, para satisfacer sus expectativas como consumidores de un producto turístico, es vivir la experiencia de un circuito.
Informó que al cierre de 2013 las agencias de viaje pertenecientes al Ministerio de Turismo reportaron un incremento de 3,1 por ciento en el número de turistas que escogieron circuitos para sus vacaciones en Cuba, lo que representó un alza de un 12,8 por ciento en los ingresos asociados.
«Cuba tiene las condiciones para desarrollar el turismo de circuito, al ser un país donde se combinan diversas preferencias en un solo viaje», comentó.
Alegó, por ejemplo, la existencia de más de 4 000 cayos y 400 kilómetros de playas de arena blanca. Aquí se encuentra la segunda barrera coralina más extensa del mundo, que a su vez es uno de los escenarios de primer nivel para la práctica del buceo y los deportes náuticos, comentó.
Destacó también la conexión del archipiélago por vía aérea con 51 ciudades del mundo, a través de 36 aerolíneas internacionales, para las cuales se dispone de 11 aeropuertos internacionales ubicados en regiones turísticas de primer orden.
A ello se suman las conexiones por vía marítima, por medio de siete marinas internacionales y tres terminales de cruceros, precisó.
Durante las jornadas de este miércoles los participantes conocieron también sobre las curiosidades de la historia de la huella francesa en Cuba, expuestas por el periodista y escritor cubano Ciro Bianchi.
El también columnista de este diario contó cómo desde épocas pasadas la influencia de las tradiciones y la cultura de esa nación europea ha estado presente en la vida de los cubanos. Por ejemplo, fue justamente París —apuntó— uno de los primeros escenarios internacionales de la música cubana en toda Europa, y desde allí comenzó el interés por los ritmos de esta región de América.
Contó que desde Francia llegó el premio al ingeniero Francisco Albear por la obra del Acueducto de La Habana, que constituye hoy una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana. También obras sociales y económicas de gran impacto como el Túnel de La Habana y el de Quinta Avenida fueron ejecutadas por empresas francesas. A ello se suma que la cultura francesa es uno de los afluentes de la cocina cubana, pues no pocas recetas galas se fueron adaptando a los ingredientes típicos de la gastronomía criolla.