El Pleno de la UJC debatió sobre la calidad de los servicios de salud y la responsabilidad de los jóvenes con ese propósito. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 05:45 pm
A pesar de los obstáculos que se presentan en el sector de la Salud Pública, es esencial la participación de los jóvenes en las transformaciones que se experimentan en este ámbito, subrayó José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Partido Comunista de Cuba, durante el VIII Pleno del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, que sesionó en plenaria este sábado en la Escuela Nacional de Cuadros Julio Antonio Mella, y tuvo como eje central el análisis del trabajo de las nuevas generaciones en este ámbito.
El dirigente político reflexionó que se precisa, además, de un trabajo efectivo desde la base en los centros estudiantiles y laborales, que garantice la solidez de este sensible servicio.
El también Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros señaló que uno de los pilares en el enfoque del trabajo ideológico de este sector estratégico es velar por la calidad en la atención a la población, lo que comienza por la preparación del joven desde la docencia, lo cual implica darle a esa formación una intencionalidad humanista y revolucionaria.
Destacó la importancia de que la política de cuadros sea consecuente con las prioridades de cada centro, que se identifiquen las problemáticas desde la base y exista una retroalimentación efectiva entre los dirigentes y el universo juvenil.
Machado Ventura remarcó el papel de vanguardia de la UJC en la continuidad y acompañamiento a todo el proceso de actualización que vive el país, y reconoció el trabajo desarrollado en el último año por esta organización política, que se seguirá consolidando en el proceso de debate y balance que antecederá al próximo Congreso de la UJC en el año 2015.
Yuniasky Crespo Baquero, primera secretaria de la organización, abordó la vinculación de los jóvenes de Ciencias Médicas a las tareas relacionadas con los perfiles de estudio y las labores asistenciales, el enfrentamiento a la situación epidemiológica, a la eficiencia económica y el adecuado uso de los recursos materiales.
Yuniasky también subrayó que se debe romper el mito de los crecimientos masivos en la UJC, pues se necesita buscar la integralidad del joven militante, y con aquellos que ya son parte de la organización se ha de luchar por la permanencia y consolidación de los valores que los identifican como vanguardia.
La dirigente juvenil apuntó la necesidad de lograr un mayor reconocimiento a los jóvenes que se desempeñan en el sistema de Salud del país, un aspecto que fue mencionado por varios de quienes intervinieron en el Pleno.
La joven doctora Viviana García expresó que, a pesar de ser este un sector muy complejo, la Salud dispone hoy de un potencial de recursos humanos muy elevado, y por tanto corresponde a la UJC enamorar a los jóvenes y orientarlos en ese camino de vanguardia, consagración y compromiso.
Durante el Pleno, los participantes analizaron las principales deficiencias de los jóvenes militantes —y de las estructuras en las que están nucleados—, y entre ellas mencionaron la falta de ejemplaridad y combatividad de algunos frente a conductas inadecuadas, la no existencia siempre de disposición para asumir responsabilidades y la deficiente cultura económica sobre los costos de los recursos materiales.
Nirza García, estudiante de Medicina, resaltó la importancia de acentuar la formación humanista de estos profesionales y de una preparación que les permita ser cada vez más efectivos en el uso del método clínico, además de enfrentar las deficiencias en los diferentes niveles de atención.
Roberto Morales Ojeda, ministro de Salud, dijo que aun cuando podemos sentirnos estimulados por lo alcanzado, este sector tiene como objetivo continuar mejorando los indicadores de salud de la población cubana y los niveles de satisfacción en el servicio que reciben desde todas las especialidades.
Apuntó la necesidad de hacer cada vez más sostenible y eficiente este sistema, eliminando derroches y gastos innecesarios, tarea en la que se insertan los más bisoños, como garantía de la continuidad de la obra revolucionaria y de una de sus principales conquistas: el derecho a una salud gratuita y de calidad.