Che montaña de gloria, de Éver Fonseca. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 05:35 pm
Entender, analizar y reflexionar en torno al pensamiento del Che, y ubicarlo creadoramente en los dilemas revolucionarios de los tiempos modernos, en Cuba y Latinoamérica, dada la vigencia inexorable de sus ideas, fue el principio que guió el coloquio Che Guevara en la hora actual, a 85 años de su natalicio.
Durante la mañana de este jueves, en el teatro del Ministerio de Educación Superior, intelectuales, investigadores, pensadores y seguidores de la obra de ese símbolo de rebeldía universal se reunieron para celebrar, justamente desde las esencias de su pensamiento, el nacimiento de este «hombre nuevo».
El premio nacional de Ciencias Sociales, Fernando Martínez Heredia, recordó los elementos fundamentales esbozados por el Che en el proceso revolucionario, teniendo al fortalecimiento de la conciencia, la espiritualidad, la subjetividad y la moral como factores indispensables en la formación del hombre nuevo, que creará los cimientos hacia el socialismo.
Expuso la necesidad, planteada por Guevara, de ir al fondo de los problemas, para evitar que la práctica y el pensamiento dejen llevar a la seguridad aparente de acudir a lo ya probado.
De ahí la importancia de edificar en la Revolución Cubana un pensamiento creador y eficaz, que erradique los pragmatismos y egoísmos, tan nocivos para solucionar los problemas y errores de una sociedad en construcción constante de su modelo económico y político.
Heredia recordó que el Che abordó la necesidad de fomentar el espíritu crítico, la independencia de los criterios y la capacidad de pensar y valorar con cabeza propia, y aprender a distinguir los caminos, sus implicaciones y sus resultados.
La investigadora María del Carmen Ariet García, coordinadora científica del Centro de Estudios Che Guevara, se refirió al análisis del Guerrillero Heroico cuando, desde aquellos años, avizoraba la necesidad de la práctica en el quehacer y construcción cotidiana del modelo socialista, pues decía el Guerrillero Heroico, no todo puede ser como exponen los libros, debido a que cada país, cada sistema tiene sus peculiaridades y diversidades, porque está creado y protagonizado por hombres.
Al referirse al hombre nuevo que esbozara el héroe en sus análisis, la Doctora recordó sus palabras: «Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo. De allí que sea tan importante elegir correctamente el instrumento de movilización de las masas. Ese instrumento debe ser de índole moral, fundamentalmente, sin olvidar una correcta utilización del estímulo material, sobre todo de naturaleza social».
En el pensamiento del Che la formación del hombre nuevo constituye el objetivo fundamental de su ideario moral. En él se perfilan rasgos morales superiores, como la intransigencia hacia la explotación, el rechazo al individualismo, el humanismo, el internacionalismo, el compañerismo, la disciplina, la veracidad, la honradez, la sencillez y la modestia.
Al respecto, Pedro Pablo Rodríguez, premio nacional de Ciencias Sociales, señaló que estos valores humanos universales, la moral, la conciencia social y las normas son aspectos que se estudian dentro de la Ética y el estudio de esta rama filosófica constituye hoy un proceso disciplinario de base científica.
Subrayó la importancia que imprime a la Ética el pensamiento del Che, cuando alerta que transformar moralmente a los hombres sobre la base de los objetivos y los éxitos en la construcción de la nueva vida, es el eje esencial en la formación del hombre nuevo.
Significó que la política y la ideología son grandes campos y desafíos que se enfrentan en la construcción del socialismo, y así sucede en la sociedad cubana, un proyecto que ha de ser creado y recreado continuamente, guiado por los ideales y principios más genuinos de igualdad social y solidaridad, tan apuntados por el héroe de La Higuera.