Los relámpagos y ensordecedores truenos hicieron temblar a toda La Habana. Autor: Geovani Fernández Publicado: 21/09/2017 | 05:13 pm
El pasado miércoles al anochecer el mitológico Zeus, padre de los dioses y los hombres, Dios del cielo y del trueno, pareció venir sobre La Habana de pie, avanzando con un rayo levantado en su mano derecha, la más agresiva de las poses conque solían representarlo los artistas de la antigua Grecia.
Durante más de una hora una secuencia pasmosa de relámpagos y ensordecedores truenos hizo persignarse a no pocos, guarecerse en estampida a otros, tapar espejos, soltar a la carrera de las manos los objetos metálicos, o ponerse camisas…
Todo ello para reponerse del susto o espantar los peligros entre «remedios» de ciencias y creencias, pues no pocas abundan entre los cubanos para sortear con éxito estos violentos episodios de la naturaleza, que cobran numerosas vidas cuando se les desafía.
¡Solavaya, solavaya, que se vaya!, gritaron algunos, como maldiciendo esta encolerizada aparición del señor del olimpo. A la espera de que para la próxima visita lo haga sentadito y majestuosamente. Que así también lo representaban los artistas ¿no?...