Con una tecnología de punta y procedimientos más efectivos en el tratamiento a pacientes de la región oriental de Cuba, arriba a sus 50 años el Hospital Oncológico Conrado Benítez, de Santiago de Cuba.
La doctora Ana Lubín, directora de este centro asistencial, expresó a la prensa que desde la rehabilitación de la sede santiaguera en 2009, se han beneficiado más de 26 000 personas con alrededor de 72 000 tratamientos, y se destaca el empleo efectivo de la radioterapéutica.
Ponderó la especialista la utilización de dispositivos de primer mundo como la unidad de Cobalto para suministrar radiaciones externas, el equipo de simulación que permite determinar el posible comportamiento de la lesión y planificar los procedimientos, y un sistema de braquiterapia de uso frecuente en el cáncer ginecológico.
Muy importante también es el uso del acelerador lineal de electrones, que puede destruir las células cancerosas sin afectar el tejido sano —subrayó Lubín— además de reducir el tamaño de tumores, prevenir su reaparición tras la cirugía, aliviar los síntomas y tratar los que no asimilen operación.
Según explicó las radiaciones dañan el Acido Desoxirribonucleico (ADN) de las células cancerosas, lo cual impiden su crecimiento y división, de ahí que el empleo de tecnologías de elevada calidad aseguren procedimientos más efectivos.
Con un personal de oncólogos radioterapeutas, técnicos y tecnólogos en radiofísica médica, especialistas en física médica y enfermeras, la institución es rectora de la actividad asistencial para los que padecen enfermedades tumorales en Granma, Guantánamo y Santiago de Cuba.
Es, además, centro docente para la formación de profesionales de la Salud.
El doctor Francisco Perera, responsable de la Unidad Provincial de Cáncer, informó que en el territorio se mantiene el cáncer como primera causa de muerte desde el 2007, con una tendencia ascendente de la morbilidad por dichas patologías.
Recalcó el oncólogo que este comportamiento es causa, fundamentalmente, de estilos de vida incorrectos generalmente modificables como el tabaquismo, la promiscuidad y el sexo desprotegido, mala alimentación con dietas inadecuadas y el sedentarismo.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, solo en el año 2005 murieron en el mundo 7.6 millones de personas víctimas del cáncer, mientras que 20 millones fueron detectadas con esta enfermedad.
Se calcula que en los próximos 10 años, 80 millones de personas fallezcan por la misma causa, lo que justifica que muchos califiquen a esta dolencia como «epidemia silenciosa del siglo XXI».