El diagnóstico de los principales problemas que inciden en la producción de coco, así como la determinación y mapeo de las áreas cultivadas de ese renglón en el macizo montañoso Nipe-Sagua-Baracoa se cuentan entre los resultados más relevantes de un proyecto nacional para el manejo agroecológico del denominado cultivo de los cien usos.
La investigación, acometida por el Centro de Desarrollo de la Montaña (CDM), junto a otras entidades, identificó los factores socioproductivos que inciden en la ineficiencia de ese renglón, entre los que delimitó debilidades organizativas de la Empresa del Coco y sus formas de producción, aplicación de tecnologías no sostenibles, además una alta indisciplina tecnológica, que supone una pobre renovación de áreas con plantaciones viejas y con bajo potencial productivo.
Según la información aportada por la máster Karen Alvarado Ruffo, investigadora del CDM, las pesquisas arrojaron también un alto grado de enyerbamiento, debido a la no realización de labores de saneamiento y un apreciable decrecimiento de la cultura productiva que se manifiesta en la baja competencia laboral de los factores involucrados en este tipo de producción.
Igualmente, constataron un deficiente manejo y utilización de la fuerza especializada, la aplicación de políticas laborales y salariales que predisponen a los trabajadores directos a la producción por los resultados, bajo sentido de pertenencia y desvío de coco hacia el mercado subterráneo.
En el estudio, en el que también participó la propia Empresa Municipal del Coco que radica en Baracoa y responde por el 85 por ciento de lo acopiado en el país, la dirección provincial de Sanidad Vegetal, la facultad Agroforestal de Montaña y la dirección provincial de Meteorología, se analizaron aspectos como calidad de vida de los productores y disposición para el cambio en las tecnologías, entre otros aspectos, citó la experta.