Después de diez años olvidada entre la maleza y el marabú, la querida y popular playa reabrió al pueblo con una rústica, aunque acogedora imagenVERTIENTES, Camagüey.— La popular playa La Mula, ubicada en el municipio de Vertientes, se estrena en este verano como una opción más para los camagüeyanos.
Después de una década cerrada a la población, sus casi cuatro kilómetros de litoral descubren a una sureña localidad diferente, porque miles de habitantes de la región ya no tendrán que atravesar los más de 200 kilómetros de distancia hasta la norteña playa de Santa Lucía.
En la Ciudad del Arroz, como popularmente se conoce a Vertientes, se encuentra La Mula, que recibió, solo el pasado fin de semana, a unos 5 000 campistas complacidos por tener a su disposición lo que parecía un sueño bien lejano.
«No pensamos que abriera la playa. Aquí no se podía entrar. El marabú impedía la entrada por la carretera. Ni siquiera los tractores se atrevían a dar un viaje, porque se atascaban en los huecos y baches fangosos que se extendían por todo el terraplén. Esto realmente ha sorprendido al pueblo», comentaban los cinco miembros de la familia de los Espinoza, una de las tantas que decidieron visitar La Mula, desde el batey Leiva I, zona cañera aledaña al lugar.
Y es que mucho ha sido el empeño para darle vida a un litoral casi olvidado entre la maleza. Solo en las labores de remozamiento del área de baño y de la carretera que da acceso, se movieron a punta de buldócer alrededor de 5 000 metros cúbicos de capa vegetal, y se tiraron 3 000 metros cúbicos de rocoso en las zonas más cercanas a la playa.
«Siete de los 48 kilómetros de camino mejorado se revistieron totalmente, cinco se repararon en su superficie y los cuatro de playa junto al área de baño se limpiaron», destacó Heberto Martínez Gutiérrez, quien estuvo al frente de la recuperación de la mula.
En esta costa sureña, también conocida como Los Caneyes, se le levantaron, entre ranchones, caneyes y quioscos cerca de 60 inmuebles rústicos que permiten una confortable estancia familiar.
«Ha sido una buena idea, porque puedes armar hamacas, casas de campaña y acostarte sin que el sol del mediodía te abrase. Los amigos se reúnen bajo un ranchón y los caneyes los usan quienes deseen más privacidad», advertían las jóvenes mellizas Darianni y Darienni Rodríguez, de la zona arrocera Los Ángeles.
Mientras en varias canchas de voleibol de arena se iniciaba el juego, más de 50 carros pesados y otros tantos ligeros se ubicaban en el espacio del parqueo, que también fue pensado para la ocasión.
Faltan, no obstante algunos detalles, como la tan deseada música para bailar y la necesaria permanencia de brigadas artísticas en el lugar.
Al cierre de este reportaje, Heberto Martínez Gutiérrez, director de la Empresa Pecuaria de Vertientes, dijo que la playa fue rescatada gracias al empeño de las diferentes instituciones del territorio que apoyaron la idea de abrirla en este verano.
Informó que en la labor de reconstrucción participaron trabajadores del CAI Arroz Panamá, la Empresa Pecuaria, el sector cooperativo y campesino y los jóvenes que, de forma voluntaria, laboraron ininterrumpidamente durante dos meses.
«Esto se hizo en tiempo récord, con el propósito de regarle al pueblo de Vertientes una playa remozada y lista para el verano», valoró.