BUEY ARRIBA, Granma.— Los más de 700 000 pobladores que viven en territorio del Plan Turquino en Cuba tienen garantizados íntegramente los servicios de salud pública, educación, deporte y otros, pero no han logrado afianzar algunas producciones agrícolas; de modo que superar esa imperfección sigue siendo un reto para los montañeses.
Estas reflexiones las hizo, en la pintoresca comunidad de San Pablo de Yao, Lázaro Vázquez, secretario de la Comisión Nacional del Plan Turquino, al término del acto nacional por los 22 años de la creación de ese proyecto.
Vásquez apuntó que en muchos lugares de la serranía, por ejemplo, el servicio de gastronomía es superior a las ciudades, pero para que el Plan Turquino logre mejores resultados es preciso incrementar, en algunos sitios, las producciones de renglones como el café, el cacao y las viandas.
En el acto nacional, presidido por Misael Enamorado Dáger, miembro del Buró Político; el general de división Leonardo Andollo Valdés y Luis Virelles Barreda, primer secretario del Partido en Granma, se reconocieron como mejores provincias en este proyecto para los lomeríos, a Holguín, Pinar del Río y Granma, esta última con el trabajo más estable en los últimos años.
En la conmemoración, el campesino Pablo Venoy Rosabal se refirió a algunas de las transformaciones acaecidas en la Sierra Maestra, en la que funcionan hoy, en la parte granmense, más de 20 mini restaurantes, policlínicos de nuevo tipo, librerías, salas de video y bibliotecas, entre otras instituciones.
Las festividades, en las que actuaron repentistas, mariachis y grupos danzarios frente a unas 2 000 personas, cerraron con la actuación de la Orquesta Original de Manzanillo.
El Plan Turquino surgió el 2 de junio de 1987 para atender diferenciadamente las zonas de las montañas de Cuba y aprovechar su potencial para la economía.