Del muelle internacional del puerto de La Habana zarparon este sábado los guardiamarinas del último año de estudio de la Academia
«Ser oficial de la Marina de Guerra Revolucionaria es un compromiso que implica entereza y disciplina. Es la expresión de estar lista para trabajar donde la Patria necesite, por dura que sea la misión», expresó la guardiamarina Danelys Machado minutos antes de que zarpara el buque Carlos Manuel de Céspedes con cien tripulantes a bordo, entre ellos 57 con la misma condición de la joven.
Presidido por el contralmirante Luis González Navarro, segundo jefe de la Marina de Guerra Revolucionaria, la ceremonia de inicio del viaje de instrucción 50 Aniversario de la Academia Naval Granma, de los guadiamarinas del último año de estudio, tuvo lugar este sábado en el muelle internacional del puerto de La Habana.
La travesía contemplará 1 500 millas náuticas y su objetivo principal es el entrenamiento personal tanto de los oficiales de cubierta, como de máquina, según el capitán de fragata Osnaldo Casas, jefe de la misión.
A una velocidad de 11 nudos por hora bojearán la Isla durante 15 días; atracarán en las bases navales tanto del occidente como del oriente, y visitarán los principales sitios históricos del país.
Los aniversarios 48 de la Organización de Pioneros José Martí y 47 de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) sirvieron de inspiración a los guardiamarinas, expresó Ismael López, quien en nombre de los futuros graduados significó «que regresarán con conocimientos más sólidos, pero también más fortalecidos para enfrentar los retos que las responsabilidades impongan».
La Academia ha graduado a miles de hombres y mujeres que, como calificó el guardiamarina Yasmany Hernández, han recibido una excelente preparación, pues cuentan con profesores de alta calificación y valía ética. Los títulos de esta institución universitaria están avalados por el Ministerio de Educación Superior, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y la Organización Marítima Internacional.
A la despedida de estos jóvenes asistieron profesores y familiares, así como Joel Queipo, miembro del Buró Nacional de la UJC.