La tecla del duende
Cuando usted lea nuestra sección este jueves, los asiduos lectores Yamilka y Rodin habrán contraído matrimonio. Siempre la columna se complace por auspiciar encuentros entre tecleros de toda Cuba y el mundo, pero las bodas constituyen algo sumamente especial.
¿Cuántos de nuestros lectores han quedado unidos por este punto de encuentro? Recuerdo a Rene y Dayami, con su matrimonio «informal», cuya historia fue la delicia en una de nuestras tertulias. También a Félix, que conoció a su media naranja en otra provincia. Y si hablamos de uniones temporales, no alcanzarían las líneas para reseñar todo lo acontecido…
A los recién casados, nuestros parabienes. Y estas recomendaciones de algunos entendidos en el asunto:
«Para tener un buen matrimonio hay que enamorarse muchas veces, siempre de la misma persona». Mignon McLaughlin, periodista estadounidense.
«El matrimonio debe combatir sin tregua un monstruo que todo lo devora: la costumbre». Honoré de Balzac, novelista francés.
«El matrimonio, como la vida entera, es algo terriblemente difícil que hay que volver a empezar desde el principio todos los días, y todos los días de nuestra vida. El esfuerzo es constante, e inclusive agotador muchas veces, pero vale la pena». Gabriel García Márquez, escritor y periodista colombiano, premio nobel de Literatura en 1982.
Desde Sancti Spíritus reporta Arminda: La tertulia estuvo excelente. Asistieron más de 30 personas, participó Katy con datos de Guaracabulla; Mileyda tuvo a su cargo una magistral intervención sobre el Código de las Familias. Baile y canto junto al excelente coro de claves Espíritu. Poesías, cuentos y brindis: una mañana de lujo.
Mientras tanto, este sábado los ocurrentes capitalinos se citan para la tertulia desde las dos de la tarde en la Sociedad Cultural José Martí, sita en 17 y D, Vedado. Estará dedicada a La Habana en su aniversario 503.
Mi currucuquita: hoy haremos nuestras alianzas para comenzar una nueva etapa de la vida. Tu chocotoqui.
Para sacar el máximo rendimiento de la alegría hay que tener con quién repartirla. Mark Twain.