La tecla del duende
Céspedes
Nuestra columna prefiere recordar a los grandes hombres en la fecha de su nacimiento, pero en este caso evocamos al Padre de la Patria en la jornada de su ascenso al Olimpo de nuestros próceres fundadores. Lo hacemos porque en la hora aciaga se agigantó una vez más por su actitud; para que se le recuerde por su paternidad heroica y también por su liderazgo en la numismática, el ajedrez, la marina y la diplomacia. Un municipio cubano lleva su nombre; sé que jóvenes bayameses quieren llegar hasta allí con una Canción al Padre y múltiples iniciativas, que hermanen el sitio del nacimiento con el de las nuevas fundaciones bajo el nombre del patricio oriental, el patricio de todos los cubanos. Céspedes nace también cuando los patriotas de hoy vamos al abrazo, que haga la Patria más fraterna, más bella, más grande.
Leal, sobre Céspedes
Céspedes sería no sólo el valiente protagonista principal del 10 de Octubre. En los años venideros, incontables sacrificios y dilemáticos hechos se presentarían ante él como una sucesión vertiginosa que pasa necesariamente por momentos estelares: la refriega en el poblado de Yara que otorgaría nombre a la Revolución iniciada en el patio del ingenio, su determinación de seguir adelante cuando en medio de la confusión momentánea se arremolinan junto a él sólo 12 hombres; la toma de la ciudad de Bayamo, primera capital de la Revolución, su defensa fallida, su actitud ante la Asamblea Constituyente y su acatamiento del criterio mayoritario según el cual el presidente de la República en Armas debía someterse a una asamblea legislativa (Eusebio Leal Spengler).
Cienfuegos
Los ocurrentes cienfuegueros se están conjurando para organizar nuevamente una Tertulia, allí donde el Benny se sentía de maravillas. Ya informaremos.
Mientras ello sucede, en Batabanó se alistan para un encuentro teclero muy especial en abril. Se incluye un viaje al Surgidero y el cierre con un trabajo voluntario. ¿Quién se suma?
Graffiti
Miche: Por tus abrazos cumplimos un año. Marde.
Semilla
Cuando buscamos el tesoro, nos damos cuenta de que el camino es el propio tesoro (Paulo Coelho)