La tecla del duende
Cuando el Genio se ausentó físicamente de esta columna y de las tertulias, ella fue un horcón para aquellos a los que se nos ocurrió seguir. Velando por la disciplina, con aquellos ojos que eran acero y miel, lo mismo regañaba por una «tardanza» que abrazaba por un texto hermoso. Así era Walkiria.
El día en que supe de su deceso, no lloré. Lloré después, cuando me di cuenta de que quise decirle tanto y no pude, pero tenía mis versos. Y así, como en torrente, la inspiración fueron lágrimas y de una vez también décimas para ella. Nunca recibieron su veredicto, no se podía. Pero cuatro años después seguimos, superabuela de todos nosotros, reuniéndonos a la sombra de las palabras.
Este sábado se cumplirán 48 encuentros que no estás con nosotros, mi vieja, viejita nuestra, Walkiria Cao Fonticoba. Los que te quisimos, los que te queremos, nos veremos el sábado, puntual como a ti te gustaba. Desde las dos de la tarde, por espacio de dos horas, de dos en dos, nos encontraremos el 14 de diciembre en la Sociedad Cultural José Martí (17 y D, Vedado). Y en los ojos de alguien yo te voy a encontrar, porque todo lo noble y bueno que habita en nosotros tiene un poquito de ti.
¿Será un play off de la pelota? No, son las dos tertulias que se reúnen este fin de semana, junto a la capital. A la misma hora que en La Habana, dos de la tarde, los yumurinos se darán cita en la escuela de Oficios Daniell Dall´Aglio, perteneciente a la Oficina del Conservador de la Ciudad de Matanzas. Una hora más tarde, los tuneros se agruparán en la Casa de la Décima, para homenajear a los trabajadores de la Cultura y despedir el año.
Recibí una carta que expresa profundo pesar. Osvaldo Tornés Gómez, desde Granma, nos cuenta que perdió a su hijo, de 28 años de edad. Por su extensión, no la publicamos esta semana, pero sepa, Osvaldo, que su dolor es el de todos los lectores que hemos cultivado la solidaridad durante años. Gracias por confiar en nuestro espacio, fuerza; encontrará en la familia nuestra jóvenes con valores como su hijo, y le respetarán como si usted fuera su padre. Un abrazo.
Yanet, Madalis, Maribel: Queremos verlas antes de que se vaya el Viejo.
Tecleros de Las Tunas