La tecla del duende
El maestro Esteban Llorach, editor e investigador al que uno quisiera parecerse cuando sea grande, nos regaló en la última tertulia la maravilla de su más reciente libro: Ya está el café. En este recorrido fabuloso por la historia, la geografía y, sobre todo, la espiritualidad del néctar negro, cada quien remontó el paladar hasta su propia taza o latica en el apuro mañanero, el portal de chismorreo o la mesa de lujo. Qué mágica bebida. Qué arte el de Esteban, para develarla así, en su nítida, humeante, deliciosa comunión. Aquí les dejo algunas de las recetas que cierran el volumen. Aplíquenlas y me cuentan...
Carajillo. Una copa de coñac caliente, se incendia y se le añade el café (con o sin azúcar).
Vienés. Café servido con nata montada.
Escocés. Café solo con helado de vainilla.
Bombón. Añada, al café solo, leche condensada que, por ser más pesada, se irá al fondo. Se deja reposar brevemente. Se sirve en un vaso de cristal.
Criollo. En un recipiente, se bate una yema de huevo con una copa de ron añejo y dos cucharadas de azúcar moreno. Agregue un café solo largo. Mezcle. Sírvase en taza grande o en un vaso mediano.
Azteca. Café frío, con una bola de helado de chocolate. Agregue nata montada y culmine con chocolate rallado.
Brasileño. Café frío, nata a medio montar. Se decora con canela en rama o en polvo. Se sirve en copa.
Con ron. Prepare medio litro de café fuerte frío. Agréguele diez cucharaditas de azúcar y ocho cucharadas de ron. Mezcle los ingredientes. Sirva en copas.
Con mango. En una coctelera mezcle cuatro tazas de café frío, 1/2 vaso de pulpa de mango (120 ml), dos cucharadas de azúcar y seis cubitos de hielo. Sirva en vasos con un cubito de hielo.
Con zumo de naranja. Prepare una taza de 110 mililitros de café, añada dos cucharadas de azúcar. Enfríe. En un recipiente o coctelera mezcle el café con 15 mililitros de zumo de naranja frío y tres cubitos de hielo triturado. Sirva en un vaso frío acompañado con dos cubitos de hielo.
Latte Macchiato. I) Prepare una taza de café fuerte. II) Bata 150 mililitros de leche fría con azúcar al gusto hasta obtener espuma y sírvala en un vaso. III) Vierta el café contra el borde del vaso, utilizando la parte trasera de una cuchara. Para lograr un efecto de capas, basta con alternar leche y café. O sea, leche en el fondo, agregar café, luego leche...
Este sábado, a las 10:00 a.m., en la Casa de la Prensa, los holguineros hablarán de los pregones.// El domingo, a la misma hora, en el Museo Palacio de Junco, cada teclero de Matanzas recordará el estudiante que fue o es.
Jondrette: Perdóname por la gota de amor que te di. ¿Qué hacer ahora, con este océano? M
Devil: No sabrás todo lo que valgo hasta que no pueda ser junto a ti todo lo que soy. Afrodita
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