Los que soñamos por la oreja
Uno de los antídotos que utilizo para evitar caer en estados depresivos o de profunda amargura ante los avatares de la convulsa vida cotidiana es conectarme un par de audífonos y dedicarme a escuchar durante buen rato producciones de rock y metal de todos los tiempos y lugares de la geografía universal. En años recientes una de las bandas que suelo programarme con asiduidad es Ayreon, el proyecto de Arjen Lucassen, músico prolífero y creativo a no dudar y al que recomiendo prestarle especial atención.
Entre las recientes iniciativas de este holandés de talla universal se encuentra haber fundado la agrupación The Gentle Storm, que le sirve para dar rienda suelta a sus preferencias por la música cercana a aires sinfónicos. Para ello, optó por llamar a la reconocida vocalista Anneke van Giersbergen, una de las actuales féminas de culto en la escena de rock y metal a nivel mundial, en virtud de lo realizado por ella como parte del grupo The Gathering.
El primer resultado de la vinculación artística entre Arjen Lucassen y Anneke van Giersbergen es el fonograma titulado The Diary, que sale al mercado a través del sello InsideOut. Este es un disco que incluye una versión eléctrica y una acústica del repertorio de la grabación, con lo cual, si bien los arreglos son similares en ambos casos, las sonoridades resultan diferentes.
Aquí una vez más Lucassen se decanta por entregarnos una obra conceptual, armada en torno a una narración en la que se cuenta una historia ubicada en el siglo XVII. Trátase de una pareja recién unida en matrimonio y que ha de separarse por una serie de viajes marítimos que el marido efectuará. Por esa situación, la esposa escribe cartas a su pareja y de tal suerte, en sus tiempos de soledad, redacta un diario que será el centro temático del CD.
Para arropar dicha historia desde el punto de vista musical, el holandés Arjen Lucassen echa mano a una variedad genérica y estilística en la que se mueve desde los códigos del heavy metal, sin la menor discusión una de sus aristas de mayores aciertos, hasta la evocación de elementos de lo que fuese el rock sinfónico de la década de los 70 del pasado siglo o del actual rock progresivo. A ello añade pinceladas de lo que se conoce como ambient music, lo que se concreta en el uso de las campanas de un templo y del sonido del mar.
Junto a los integrantes de la banda, también intervienen en el fonograma una orquesta y un coro, que aportan una singular grandilocuencia a la grabación, en la que el cálido timbre de la voz de Anneke van Giersbergen empasta a la perfección y sobresale, a pesar de lo llamativo de cada una de las orquestaciones.
Otro aspecto que pienso hay que resaltar en la propuesta de The Gentle Storm es el manejo que en los 11 temas del material se hace de las líneas melódicas, con momentos sencillamente deliciosos, como acontece en el corte Eyes of Michiel, donde además destacan los pasajes a cargo de guitarra y violín. Junto a esta pieza, para mi gusto personal, también merece ser distinguida Heart of Amsterdam, de nuevo con un buen intercambio entre los solos de guitarra y violín, y poseedora de un estribillo que engancha y de una intro que mucho le debe a la música de cámara.
Igualmente me resulta harto lograda Shores of India, —en la que apreciamos el empleo de las clásicas escalas microtonales procedentes de la música de la India que se pusieran de moda en los 60, gracias al uso de un instrumento como la cítara—; The Moment, quizá el corte más sobresaliente en lo concerniente a la orquestación, y The Storm, con unos riffs muy poderosos y que hacen que este sea el tema de mayor fuerza heavy en toda la obra.
Así, al arribar al último track del álbum, Epilogue: The Final Entry, uno siente que ha disfrutado de un disco que, sin ser lo mejor hecho por Arjen Lucassen en su carrera, constituye una propuesta bien facturada y que debería tener continuidad. Asimismo, para los que todavía hoy siguen pensando que el rock y el metal es solo expresión de la cultura anglosajona, esta es una muestra de lo mucho y bueno que en dichas corrientes se ha llevado a cabo en un país como Holanda, lugar donde han surgido trabajos memorables, como el desarrollado por bandas como Focus, y que de cierta manera tienen continuidad en una propuesta como la de The Gentle Storm en su fonograma The Diary.