Frente al espejo
«Al leer este artículo (Zapatero a tus zapatos, Graziella Pogolotti, 5 de julio), la reflexión invita a ese punto de intersección de los caminos que a bien ha de convocar a todas las buenas voluntades en favor de nuestra nación. Me permito evocar el verso de una canción que escuché en la voz de la pianista y cantante cubana Numidia Vaillant, el pasado 25 de junio, en su concierto De Santiago de Cuba a París. Este dice así: “...Abambelé practica el amor, defiende al humano porque entre hermanos se vive mejor…”. Esta intérprete santiaguera de 87 años nos alentó con talento y dominio armónico de la música, además en su entera presencia, a defender lo humano más allá de los límites, para mejor vivir entre hermanos. No es nuestra Patria el resultado de un ejercicio individual, sino colectivo del amor. Un saludo fraterno». (Francisco Rivero)
«Estimada Alina, me encanta tu escrito (Caballeros, Alina Perera Robbio, 5 de julio). Recuerdas a personas especiales que admiraste y admiras, que dejaron en tu linda persona un importante ejemplo de cómo hay que llevar esta vida, con toda dignidad y decoro, para ganar el respeto de los que uno trata o te tratan. También puedo decir que conocí a algunos «muchos» Caballeros, así con mayúscula, que no dejaban en mí ni la más leve oportunidad de reprocharles algo. El primero con el que tuve contacto íntimo y cercano, el que pudo haber influenciado más en mi vida futura, fue mi propio padre. A veces inflexible, otras tolerante en la medida de lo posible, complaciente cuando lo merecía, muchas veces tierno, y algunas otras, de las que recuerdo muchas, muy cariñoso. Si aprendí de sus acciones y me hice digno de él, es algo que les toca a otros valorar. Les dejo esa nada importante tarea a mis hijos y a mis nietos, si en uno de estos días por venir (¡tan ocupados ellos!), les sobra tiempo para realizarla». (Tide)
…Ante lo escrito por usted, estimada Alina, me quito el sombrero e inclino mi espina dorsal respetuosamente, como sé que harían esos caballeros a los que usted menciona, y muchos otros, que por suerte, aún quedan. (Modesto Reyes Canto)