Frente al espejo
«Cierto es que la Carretera Central es una estrecha vía. Estoy de acuerdo con que debió ampliarse alguna vez, quizá hubiese sido ideal y lo mejor. Lo que es algo que resulta insoportable es el constante movimiento de «arañas» y cualquier vehículo de tracción animal a oscuras por cualquier carretera. De ello estoy aburrido de ver y denunciar, en estas y otras páginas (Los peligros nocturnos de un carretón, Luis Raúl Vázquez, 27 de abril). Por experiencia personal, viajo constantemente a Pinar del Río y noto que no solo abundan tales artefactos de tracción animal, lo peor es que muchas veces bebidos conducen tal artefacto y “amasan a palos” a los pobres nobles brutos, que tras tales golpeaduras echan a correr con todas sus fuerzas. No dejaré de mencionar también carreras de estos “medios” por carreteras. No solo es andar a oscuras irresponsablemente, sino que ponen en peligro sus vidas y las de otros, y a veces también hasta las de sus propios hijos, a los que montan en dichos “medios”. No hablemos ya de los ciclistas que, a veces en pareja, ocupan la mitad de la vía, igualmente a oscuras, además de los animales sueltos y carretoneros de bueyes andando por carreteras a cualquier hora. Es lamentable, porque es una “plaga” lo del asunto de los accidentes, y la pasada semana fueron tres los señalados en estas páginas. Mis condolencias a los familiares de los fallecidos. Tampoco entiendo por qué no se mencionan aquí los nombres o el nombre del conductor del vehículo de tracción animal y posibles acompañantes». (Fernando López)
«El problema de los vehículos de tracción animal y tractores en la Carretera Central es tan viejo como esa vía misma. Además, estos problemas también suceden en otras carreteras del país. He visto en otros países que este tipo de vehículos no transita por carreteras ni de día ni de noche, pues tienen que hacerlo por otro lado. No se sabe cuántos accidentes han causado estos vehículos y los seguimos permitiendo por nuestras vías». (Andrés R.)