Frente al espejo
«A José Alejandro Rodríguez, sección Acuse de Recibo: Escribo a esta sección por segunda ocasión. La primera fue planteando la crítica situación que atravesé con la venta de materiales a trabajadores destacados a quienes se les asignó un módulo de vivienda por la CTC (carta publicada el 13 de septiembre de 2006). Aunque todavía no tenga la propiedad de mi casa porque falta que me den una persiana doble y dos chiquitas para así firmar la terminación, quiero agradecerles a esta sección y a usted en especial, que con tanto amor refleja día a día nuestras inquietudes; a los choferes que trasladaron los materiales, a las amistades que de una forma u otra ayudaron en la construcción de mi vivienda... Gracias a ello hoy disfruto de una vivienda confortable en unión de mi familia». (Alina Tejeda Gónzalez, técnica en Biblioteca, Cristino Naranjo, Cacocum, Holguín)
«Queridos compañeros: Cuando conocí del galardón otorgado a Carlos Pérez Peña (Conceden a Carlos Pérez el Premio Nacional de Teatro 2009, Aracelys Bedevia, 8 de enero), vinieron a mi mente las jornadas épicas del Grupo Escambray en Angola en 1976. Con los cuentos de Onelio Jorge Cardoso a cuestas, andaban en una guagüita por las carreteras del sur de ese país bajo la amenaza de las emboscadas enemigas. Aquellos «locos», armados hasta los dientes, parecían sacados de las huestes de Pancho Villa, y sin ocultar su disposición a batirse en combate. Al abordar el vehículo para llevar su arte a unidades a veces distantes, alistaban sus armas, sacaban los cañones por las ventanillas y... “Arre, chofer”.
«Hay un hecho real: ellos deseaban caer en una emboscada. Nadie en su sano juicio debe hacer eso. Mis compañeros comentaban “estos artistas quieren la vida menos que la suela de un zapato viejo”.
«Había que ver con cuánto entusiasmo disfrutaban los combatientes las actuaciones del Escambray.
«Ya el relevo se ha producido. Ojalá que los actuales integrantes mantengan la tradición de ir a la primera línea para realimentarse en su desempeño. Que este no deje de ser aquel. Que logren la máxima aspiración y mérito: dejar huella en sus públicos dondequiera que actúen. Conocer del premio nos ha regocijado, y se renueva en nuestro recuerdo el cariño que le profesamos los que treinta y tres años atrás comprendimos que “buen teatro” no necesariamente significa escenarios con luces, telones y “el copón divino”, sino también la disposición a poner el pellejo en la balanza por las ideas que sean capaces de poner en escena. Larga vida al Escambray». (Tte. coronel (r) FAR Eduardo González Sarría)
En el suplemento En Red de la edición correspondiente al 14 de diciembre se publicó un interesante trabajo titulado Cincuenta hitos de la ciencia revolucionaria, de la periodista Dora Pérez Sáez. A propósito del mismo recibimos el siguiente criterio:
«Estimada compañera Dora Sáez: Hemos leído con gran interés y satisfacción lo publicado en la versión digital de Juventud Rebelde referente a los hitos de la ciencia revolucionaria cubana, artículo que reprodujo INFOMED.
«Comprendemos lo difícil que debe haber sido intentar resumir la gran cantidad de logros científicos cosechados por nuestro pueblo a lo largo de 50 años de Revolución. Sin embargo, consideramos nuestro deber señalarle un logro científico de singular importancia y que no ha sido mencionado en el artículo en cuestión: 16 años antes de que se realizara cualquier otro implante de órganos humanos en Cuba, el Instituto de Nefrología practicó el primer trasplante renal. Tal hecho marcó el inicio de la era de los trasplantes de órganos en Cuba y por tanto representa un hito que, en nuestro modesto criterio, debiera resaltarse.
«Por otra parte, el número de trasplantes renales realizados hasta el momento en Cuba es muy superior a la suma total de los trasplantes de otros órganos efectuados en el país. Dicho de otra forma: existen muchas más personas viviendo con trasplante renal que a expensas de otros implantes. Es decir, la repercusión social es mayor y merece ser reconocida.
«Mantener vinculado a través de una red el trabajo de las 47 unidades de diálisis existentes en Cuba, el funcionamiento del Centro Coordinador Nacional de Trasplante Renal —que posibilita la selección del receptor idóneo para trasplantes cuando en algún punto del territorio nacional se obtienen órganos para tales fines— y mantener estructurado un Programa Nacional de Atención Integral a la Enfermedad Renal Crónica, constituyen elementos que solo son posibles por haber sido capaces de iniciar el trasplante de órganos en Cuba.
«Con todo respeto le expresamos que resulta incomprensible que se ignore un hito tan importante como el señalado y se destaquen otros que resultan comparativamente menos trascendentes». (Colectivo de Dirección del Instituto de Nefrología)
Se trata de una cuestión de puntos de vista. En otra ocasión publiqué un criterio favorable de este mismo trabajo. Recuerdo que el lector confesaba cuánto orgullo sintió tras haberse asomado al artículo y haber aquilatado desde allí parte de la obra de la Revolución. Reparó más en el aporte que significaba haber emprendido una generalización como la realizada por Dorita con la inestimable colaboración del profesor Rodolfo Alfonso Carrasco, de la Academia de Ciencias de Cuba.
Por otra parte, no resulta igual «Cincuenta hitos...» que «Los cincuenta hitos...»: desde el propio título el reporte ya expresa que no tiene una intención absolutizadora.
De cualquier manera, es comprensible la reacción de los compañeros del Instituto de Nefrología: la vida se entrega sin reservas en el empuje por fundar y sin que se espere nada a cambio, pero que un medio de prensa dibuje el heroísmo cotidiano de un colectivo con esos resultados constituye un inconmensurable reconocimiento. Viajar continuamente más allá del horizonte de nuestra mirada es un reto para todos nosotros.