Frente al espejo
«Soy de un pueblo de Cádiz llamado Rota (en el que tenemos que aguantar desde hace 55 años una base naval imperialista). Me considero un revolucionario socialista. Amo a Cuba, intento entender su idiosincrasia desde la lejanía. Muchas veces tengo la sensación de haber vivido con vosotros las pequeñas y gigantescas batallas que el destino os arrojó. Yo he leído un artículo en Juventud Rebelde —periódico que leo todos los días y aprecio muchísimo— llamado Solidaridad sin patrones. (Juan Morales Agüero, 25 de julio).
«Su observación, en esa anécdota del mercado, es una muestra de lo grande que se os hace crear un sociedad mejor. Aquí en España, sin embargo, eso no se plantea: la solidaridad es una “cursilada” para gente (burgueses) que quiere de algún modo limpiar su conciencia, o mejor dicho “engañar”. Y consiste en ingresar un dinero para algo o alguien que realmente no me importa, tan solo es una acción casi obligatoria... Es complicado de explicar, pero pese a cualquier contradicción o duda, tenéis que saber que no estáis solos y que por supuesto valoramos y apreciamos vuestra solidaridad inmensa...». (Juan Jesús Ruiz)
«Has tocado otro tema sensible de nuestra cultura social, el del lenguaje (Más rápido que las epidemias, Julio Martínez Molina, 22 de julio). Considero que debe seguir abordándose pero con trabajos más profundos, contactando a especialistas, intelectuales y profesionales de los medios de difusión masiva, entre otras propuestas. Aún nos falta mucho por mejorar en nuestro lenguaje y cultura comunicativa». (Orlando Pérez)
«Me gustó mucho su comentario Más rápido que las epidemias (22 de julio)... No soy especialista en lingüística ni mucho menos, pero quiero ratificarle lo asombrado que quedé al ver la velocidad casi “supersónica” con se propagó la palabra “obstinación” (obstinado, obstinada) con ese otro significado inventado en Cuba. Lo escuché por primera vez en La Habana, pero supongo se haya extendido por todo el territorio nacional. Con este comentario suyo ya veo que seguimos con el mismo disparate. Sería bueno hacer algo... En Cuba la TV tiene amplias posibilidades educativas: se podría poner un spot o varios donde se rectificara esa palabra y otras a las que usted hace referencia en el comentario, pero hay que hacer algo, porque la buena reputación de país bien educado que tenemos “puede dar al traste” con todas esas palabras mal empleadas». (Moisés Ramos, Santo Domingo, República Dominicana)
Y aprovechamos el criterio de este lector para precisar que, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, en Venezuela y Cuba se emplea una acepción del término «obstinar», ya aceptada, que se refiere a aburrirse, hastiarse, cansarse de alguien o algo.
«Felicito al periodista Luis Raúl Vázquez Muñoz por su artículo titulado La maldición de Fouché (29 de julio). Se trata de un trabajo medular, que aborda críticamente el aspecto de la educación. Como dice Luis Raúl en él, no solo hace falta el formalismo en el trato, sino que es muy importante que tras los buenos modales haya buenas intenciones. Además del contenido, le felicito por el estilo tan ameno y cultivado como lo elaboró». (Alfonso Cadalzo Ruiz, periodista, escritor, guionista y director de radio, Radio Ciudad del Mar, Cienfuegos)