Acuse de recibo
Es lamentable que una queja sobre algo tan delicado y sensible como los servicios necrológicos no encuentre respuesta en largo tiempo, como sucedió con la historia vertida aquí el 28 de julio de 2021 por Niurka de Orta González, residente en el municipio capitalino de Cerro.
Contaba ella que fue al Cementerio de Colón a tramitar un turno para exhumar los restos de su padre. Y descubrió que debía ir 15 días antes para rectificar. «¿Por qué esa rectificación no puede ser por teléfono, con el peligro de la pandemia y siendo más restringido el movimiento de personas y transporte en la capital?», afirmaba entonces.
Y el 3 de septiembre publiqué la segunda carta de Niurka, para contar que, al menos logró conseguir el teléfono de esa necrópolis y pudo rectificar el turno, sin tener que trasladarse hasta allí. Pero en esa misma carta refería que cuando al fin fue a la exhumación de los restos para incinerarlos, pensó que era algo expedito para facilitarle al solicitante algo que, de por sí, es muy duro sentimentalmente.
«Pues no, decía. Del panteón hay que ir al incinerador, al fondo del cementerio. Ahí le dan un papel y tiene usted que presentarse en la oficina de la entrada, por Zapata, a pagar el servicio. Y entonces regresar con el documento acuñado para que incineren los restos del difunto. El que ha visitado el Cementerio de Colón sabe de las distancias que hablo.
«¿Por qué la persona que recepciona el documento del fallecido no puede cobrar, y así evitar que el doliente, generalmente una persona de avanzada edad, camine tanto? Seguimos sin buscarle mecanismos menos desgastantes al ciudadano», concluía Niurka.
El 20 de marzo último publiqué el balance del nivel de respuestas de las respectivas instituciones y entidades a las quejas publicadas en el segundo semestre de 2021. Y en la tabla correspondiente aparecía la ausencia de la Dirección Provincial de Servicios Comunales, a la cual están subordinados los servicios necrológicos.
El pasado 5 de abril, nada más y nada menos que seis meses después de publicada la queja, llegó a nuestra Redacción la respuesta, al respecto, de José Mujica Góngora, subdirector provincial de Servicios Necrológicos, quien refería que se visitó a Niurka de Orta el pasado 17 de marzo.
«Se le manifestó a la compañera De Orta, dice, que le asiste toda la razón, ya que todos los procedimientos para este tipo de trámite están creados para que la población no tenga que atravesar por dificultades tan difíciles en la vida como la pérdida de un familiar y posteriormente la exhumación de este.
«Se le explicó a la recurrente que por reiteradas quejas de la población, la administración del Cementerio de Colón fue renovada precisamente por el incumplimiento de los procedimientos y normas cementeriales. Hechos como este, añade, laceran el correcto funcionamiento de una entidad creada para sensibilizarse con el dolor del prójimo», concluye.
Ojalá esta historia sirva para que no se registren hechos similares; y para que Servicios Necrológicos responda con propiedad y ágilmente las denuncias de los ciudadanos.
Madelayma Perdomo Henríquez (calle Manolo González, edificio 1. apto. B1, Cabaiguán, Sancti Spíritus) cuenta que hace cinco meses solicitó en el Registro Civil de Cabaiguán una inscripción de nacimiento de su esposo, quien, aunque nació en esa localidad, fue inscrito en el Registro Civil de Placetas.
«Desde entonces, dice, todo ha sido trabas, peloteo y solución ninguna. A los dos meses de solicitada la inscripción la persona que atiende el público me dijo que lo mejor era que fuera yo misma a Placetas e hiciera la solicitud porque así iba a resolver más rápido.
«Así lo hice, a pesar de la situación que hay con el transporte. La registradora principal me dijo que me iba a poner la inscripción en el sistema, y ese mismo día por la tarde podía pasar a recogerla.
«Así lo hice, pero esta tenía un error. La devolví, pero al recogerla de nuevo traía otro error. Tuve que dejarla de nuevo. ¿Será tan difícil trabajar bien? ¿Tendré que seguir esperando eternamente? Ya voy por cinco meses. ¿Tendrá solución mi problema?», termina.