Acuse de recibo
EL pasado 11 de febrero, desde Santiago de las Vegas, en el municipio habanero de Boyeros, Basilio Trabanco López notificaba aquí que en su barrio se iba la electricidad todos los días entre una y cinco veces, en lapsos de cinco a 20 minutos, a cualquier hora del día o de la noche.
Refería que se había planteado en las asambleas de rendición de cuentas del delegado: sin solución ni respuesta coherente. Lo reportaban e iba el carro de la Empresa Eléctrica. Daban respuestas contradictorias, según él, pero no se solucionaba el problema, que data de más de dos años. Y abogaba por una respuesta, y también por una solución concreta.
Al respecto, responde el ingeniero Mario Castillo Salas, director general de la Empresa Eléctrica de La Habana, que en investigaciones realizadas se revisaron los controles en el Despacho de Distribución en todo 2020, para ver y resumir las condiciones de explotación del circuito aéreo a 13.8 kilovatios que le suministra el servicio eléctrico a la zona donde reside ese cliente.
Y explica que dicho circuito cubre una amplia zona poblada y también rural de Santiago de las Vegas, con una longitud de 29,7 kilómetros y 2 438 clientes asociados.
Afirma que «al cliente le asiste la razón, ya que el circuito en cuestión ese año tuvo varias aperturas y cierres en el interruptor que lo controla, incidiendo fundamentalmente las debidas a mantener las condiciones operacionales entre el balance carga-generación del sistema eléctrico nacional (de corta duración) y las debidas a las manipulaciones realizadas para la ejecución del trabajo de mantenimiento y atención de averías (puede ser de mayor tiempo de afectación si la zona cae dentro del lugar donde se trabajará)».
Asegura Castillo que «esas afectaciones deben minimizarse en gran medida, pues el circuito sale del grupo de los que están contemplados en el balance de carga-generación mencionado, y debe verse también el fruto de los trabajos de mantenimiento que se han ejecutado. Uno de ellos, por ejemplo, es la utilización de un conductor conocido como semiaislado, el cual por sus características de fabricación es mucho menos afectado por los árboles, evitando así aperturas y cierres por esa causa».
Agradezco la explicación, y sugiero que las respuestas de la Empresa Eléctrica se aparten un tanto del argot técnico, y aterricen más en la comprensión popular.
Jorge Luis Cuba Espinosa (Calle 28, no. 1915, entre 19 y 23, Urbano Noris, Las Tunas) relata que la Dirección Municipal de Planificación Física (DMPF) allí, le adjudicó a su vecino Nolberto Velázquez una porción de terreno que no le correspondía, la cual formaba parte del patrimonio del fallecido padre de Jorge Luis en su propiedad.
«El error consistió en no comprobar a la hora de emitir dictamen técnico de medidas y linderos que dicho terreno obraba en la propiedad de mi padre. Y se lo adjudicaron a su propiedad mediante resolución que se constituyó en título de propiedad a su favor.
«Atentamente este medio de prensa se hizo eco de mi queja y la Dirección Provincial de Planificación Física (DPPF) se personó allí y le indicó a la DMPF que relaborara la Resolución, lo cual hizo, dictando una nueva, la 05 de 1ero. de noviembre de 2019».
Y su vecino Nolberto, señala, acudió al Tribunal, el cual en su fallo declaró nulo el proceso de aquel e indicó reiniciar los trámites por la DMPF, devolviéndole el expediente, para que el proceso tuviera curso nuevamente.
«La DMPF no hizo nada, afirma, y me vi en la necesidad de interponer demanda mediante abogado. Los errores técnicos de Planificación Física han traído como consecuencia que aún no se haya resuelto algo tan sencillo, como lo debió ser delimitar los terrenos tomando como punto de partida las propiedades de mi vecino, fruto de la herencia proveniente de su madre, y los documentos de propiedad de mi padre fallecido. Y definir los linderos.
«Fruto de ese error de la DMPF, le puso a pago como terreno excedente esa porción de terreno, que pagó. Y la adjudicaron en nueva resolución que se constituyó en título de propiedad (siendo esta porción de terreno patrimonio de mi padre). Y ello causó esta cadena de insatisfacciones», concluye.