Acuse de recibo
Por tercera vez en poco más de cinco años, irrumpió aquí el 14 de octubre de 2019 la denuncia de los impagos atrasados a la banda del cubanísimo Cándido Fabré, por sus presentaciones en carnavales y festejos populares: Melanio Gustavo Hernández Hernández, productor general y asesor jurídico de la banda, refería que aún no habían podido cobrar sus honorarios por amenizar los carnavales de Santiago de Cuba, celebrados a fines de julio de 2019.
Al respecto, reconoce Yeni de los Reyes Jay, directora municipal de Cultura en Santiago de Cuba, que «al momento de publicarse este Acuse de Recibo existía la deuda con esa unidad artística; sin embargo, la Empresa de la Música de Santiago de Cuba ya estaba realizando los trámites para efectuar los pagos pendientes a todas las que participaron en el Carnaval, a partir del 21 de octubre del año en curso, con la certeza de que se honrarían sus deudas contraídas por los servicios contratados».
Explica que esa Dirección nunca contrata directamente con el artista, sino que lo hace con la Empresa de la Música. «Y a partir de la imposibilidad de realizar el pago con prontitud, añade, tal y como los dos últimos años se ha ejecutado a todos los artistas, la empresa solicitó un crédito bancario para obtener el efectivo y hacer el pago».
Insiste en que «al momento de publicarse la queja ya estaba en proceso, haciéndose efectivo en la fecha mencionada a todos los artistas». En el caso de Fabré y su banda, acota, el pago se materializó el 29 de octubre. «Y aunque el contrato con el Centro de la Música regulaba que los 25 000 pesos a pagar incluían el alojamiento, la transportación y la alimentación, afirma, por lo emblemático de esa orquesta la cuenta de Fiestas Populares, Cultura Municipal y Provincial asumieron la transportación y alimentación».
Expresa Yeni que «la provincia y el municipio de Santiago de Cuba, en particular con este artista y su orquesta, se han caracterizado por la generosidad en la creación de condiciones, no solo como gala al respeto y admiración a nuestros talentos artísticos, los que junto a las autoridades de estas instancias lo hacen pensando en el disfrute de nuestro pueblo revolucionario y trabajador».
Finalmente, ofrece disculpas «por este lamentable hecho», y promete que seguirán trabajando para evitar que se reitere. Ojalá así sea, porque el mayor respeto será siempre pagar a tiempo al artista, especialmente a Fabré, que no desmaya en ir adonde lo reclamen, hasta en los más humildes rincones del país.
A veces, siento que estoy reciclando denuncias a ciertos problemas, que resurgen una y otra vez, o quizá nunca se han resuelto. Tal es la sensación que me deja la carta de Pilar Lamas Companioni, quien reside en Edificio SP12, apto. 35, en Micro X, en el reparto capitalino Alamar.
Uno de esos asuntos reflejados en esta columna frecuentemente es el del terminal punto de venta, más conocido por POS, que se ha implantado en el comercio minorista para facilitar las compras de los clientes mediante tarjetas magnéticas, y facilitar ciertas bonificaciones o rebajas en los precios. Llueven las quejas y no escampa.
Refiere Pilar que la tienda más cercana a su domicilio es la conocida El Progreso. «Le puedo garantizar, enfatiza, que allí no hay gestión alguna para dar solución a la “falta de conexión” que siempre hay. Y otras tiendas que hacen honor al mal servicio en ese sentido son Ultra, Yumurí, Mercado Parque del Cristo, Cupet de Bacuranao, Isla de Cuba… Sería una lista interminable».
Cuando esta sección publica quejas ciudadanas sobre la inaccesibilidad al pago mediante los POS, fuere por lo que fuere, entonces vienen las respuestas institucionales al paso: que si solo fue ese día, que si ya se resolvió. Pero vuelve a resurgir el obstáculo.
Muchos lectores que han denunciado esos obstáculos aluden a que esa forma de pago se entorpece, porque, como no se maneja dinero físico, con ella los empleados de las tiendas no pueden recibir una propina del vuelto, o decirte que no tienen menudo para el mismo. ¿No será también que los gerentes de esas tiendas, y sus superiores en las cadenas y corporaciones no le dan seguimiento al problema?