Acuse de recibo
Por múltiples laberintos burocráticos e inoperancias, José Santos González no ha podido asumir su condición de propietario de la vivienda donde reside, en calle 99 No. 34407-B, entre 344 y 348, en el reparto Naranjal Norte de la ciudad de Matanzas.
Él es director de Contabilidad y Finanzas de la Empresa de Construcción y Montaje de Matanzas, y aún su casa no ha podido superar el estatus de vivienda vinculada de dicha entidad, a pesar de que desde el 30 de diciembre de 2016 se emitió la Resolución 2050/2016 del Ministerio de la Construcción, que declaraba el cese de esa vinculación.
El 17 de enero de 2017 le notificaron la Resolución, y el 20 de ese mes él se presentó en la sucursal del Banco Popular de Ahorro para efectuar el proceso de desvinculación, lo cual se realizó sin ninguna dificultad. Ese día fue al Departamento de Fondos de la Dirección Municipal de la Vivienda (DMV), donde le informaron que había que tasar la casa nuevamente, lo que se hizo el 23 del propio mes. Y la tasadora le informó que podía recoger la tasación en los próximos días.
El 24 de enero, cuando fue a recoger la tasación, ya estaba extraviada, procediendo la tasadora a localizarla. En ese momento José formalizó mediante escrito su necesidad de desvinculación de la vivienda, aprobada por la Resolución 2050/2016.
Tras constantes y seguidas visitas a la DMV, no logró su empeño por distintas causas: problemas familiares de la jefa del Departamento de Fondos (Ileana) y que la Dirección Municipal de Planificación Física (DMPF) no estaba trabajando.
Y fue un año después, el 17 de enero de 2018, que la DMPF emitió el dictamen (aval) para la desvinculación de la casa. Con ese documento y el resto del expediente, le orientaron que se entrevistara con los jurídicos en la Oficina de Trámites para que revisaran el expediente. Lo hizo, y le dijeron que en los primeros días de abril debía recoger la Resolución de desvinculación.
Tras varias visitas a la Oficina de Trámites, el 23 de abril de 2018 le entregaron la Resolución 279/18, que en Resuelvo Único no accede a desvincular la vivienda por dos razones: Primero, porque el dictamen de la DMPF presentaba errores en la descripción de los linderos del inmueble. Y segundo, porque el contrato de arrendamiento emitido por su antiguo centro de trabajo, la Empresa Constructora de Obras de Ingeniería 34, mostraba un error de coincidencia con la descripción del inmueble.
Al recoger la Resolución de marras, José preguntó a quién debía dirigirse para los próximos trámites. Era con Ileana, en el Departamento de Fondos de la DMV. Se entrevistó con ella, y le expresó que no entendía que el expediente presentara esos problemas, cuando había sido revisado por distintas instancias y nunca habían dicho nada.
Ileana le planteó que buscara un certifico del asesor jurídico en cuanto al contrato, que ella se encargaría de lo de Planificación Física. Y José lo consiguió ese mismo día.
Después, se agolparon otros hechos, que han retardado el propósito de José de lograr la desvinculación. La DMV estuvo cerrada por derrumbe y traslado hacia otro local. La DMPF estuvo cerrada por cambio de director. Y los padres de Ileana fallecieron.
A comienzos de 2019, volvió a sus gestiones. Se entrevistó de nuevo con Ileana, quien le dijo que iba a presentar el expediente a Planificación Física para su arreglo. Posteriormente, se entrevistó dos veces más con ella, quien le planteó que aún no lo habían concluido.
Al volver a la DMV, le informaron que Ileana estaba con su hijo ingresado, para intervención quirúrgica, y Ernesto estaba atendiendo esos casos. Se entrevistó varias veces con este, quien le comunicó que la DMPF no había rectificado el error de enero de 2018. Había que esperar.
El 9 de agosto José volvió a la DMV, y al preguntar por Ileana le informaron que estaba con leptospirosis. ¿Y Ernesto? De vacaciones.
«En las distintas ocasiones que he estado en los tres lugares (Oficina de Trámites, DMV y DMPF), me he visto obligado a escuchar los criterios de la población en relación con el funcionamiento y solución de los problemas. Tal parece que las orientaciones de nuestro Presidente Díaz-Canel no llegan a estos lugares. ¡Llevo dos años y varios meses sin resolver un trámite burocrático!», concluye José.